El comentado cartel de un médico en su consulta: responde a la queja que más solía escuchar
El doctor Fernando Fabiani, un médico de familia andaluz, declaró en una entrevista que no le gustaba que los pacientes le dijeran que iba con retraso
Por ello, colocó un cartel en su consulta que dice: “Puedo ir tarde, pero jamás voy con retraso"
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¿Qué es la salud? ¿Cómo se puede alcanzar? Estas son algunas de las preguntas que se plantea el doctor Fernando Fabiani, un médico de familia andaluz, en su libro “La salud enferma. Cómo sobrevivir a una sociedad que no te permite sentirte sano”.
El autor, que ha sido entrevistado por Hora 25 de la Cadena Ser, propone una visión crítica y reflexiva sobre el concepto de salud, que ha sido objeto de debate a lo largo de la historia. Uno de los temas que abordó fue el de la puntualidad en las consultas médicas. Y es que Fabiani dejó claro que no le gustaba que los pacientes le dijeran que iba con retraso, ya que eso implicaba que estaba haciendo mal su trabajo. “Vas con retraso y lo has hecho mal”, afirmó el médico.
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Para evitar esa sensación, Fabiani puso un cartel en su consulta que decía: “Puedo ir tarde, pero jamás voy con retraso. Retraso sería no dedicarle a cada persona el tiempo que necesita”. Según él, desde que colocó el cartel, nadie le ha vuelto a reprochar el tiempo de espera. “No sé si ha sido una limpieza mental”, confesó.
El médico también resaltó la importancia de adaptarse a las necesidades de cada paciente, que pueden variar mucho. “Cuando entra un paciente hay gente que necesita tres minutos y otra media hora, independientemente de lo que diga el tiempo apuntado en los horarios de la agenda”, dijo.
Critica la tendencia a la medicalización de la población
El autor también critica la tendencia a la medicalización excesiva de la población, que se somete a chequeos médicos rutinarios sin necesidad, creyendo que así podemos prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud, aunque han salido estudios que demuestran que no mejoran nuestro bienestar. El médico recomienda, en este sentido, ser selectivos a la hora de realizar pruebas médicas, y distinguir entre las que son realmente útiles, como las citologías periódicas para detectar el cáncer de cérvix, y las que son innecesarias, como las radiografías de tórax anuales para prevenir el cáncer de pulmón.
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