¿Cómo se transforma el cerebro de una mujer durante la menopausia?

Un estudio reciente evidencia transformaciones significativas en el cerebro femenino en esta etapa de la vida
El volumen de la materia gris se reduce en áreas cerebrales involucradas en la atención, concentración, lenguaje, memoria y estado de ánimo
Síntomas que te advierten de que lo que te está pasando es perimenopausia
El cerebro de una mujer cambia durante la menopausia. Tres cuartas partes de la población experimente síntomas relacionados con el cerebro en este periodo. Y las transformaciones que experimentan no son imaginaciones suyas, sino que son visibles en los escaneos. El volumen de la materia gris se reduce en áreas cerebrales involucradas en la atención, concentración, lenguaje, memoria y estado de ánimo, según un estudio reciente liderado por la neurocientífica Lisa Mosconi y publicado en 'Scientific Reports'.

Aunque la menopausia se conoce principalmente como un cambio reproductivo, la reducción de los estrógenos y de la progesterona también afecta al hipocampo, la amígdala y el tálamo. Esto puede causar la llamada ‘niebla mental’ (olvidos, confusiones, fatiga, irritabilidad…), un síntoma habitual que muchas mujeres no asocian a la llegada de la menopausia. De hecho, el 75% de las mujeres no son tratadas de forma conveniente en este tipo de síntomas por el desconocimiento existente alrededor del mismo.
El mencionado estudio de Mosconi "muestra, mediante imágenes cerebrales de mujeres antes, durante y tras la menopausia que existen cambios significativos en la estructura del cerebro, la conectividad entre regiones y el metabolismo energético. Estos efectos son específicos del envejecimiento hormonal asociado a la menopausia, no del envejecimiento normal por la edad, ya que estos cambios cerebrales no ocurren en hombres de la misma edad”, explica la doctora María José Martínez, especialista en sueño y miembro del comité científico de DOMMA, empresa líder en investigación, acompañamiento y tratamiento de la menopausia.
La importancia del estrógeno
Parte de lo que le ocurre al cerebro tiene que ver con el estrógeno. "Pensamos en esta hormona como una hormona principalmente reproductiva, pero es lo que regula el cerebro femenino (...) Impulsa literalmente a las neuronas a quemar glucosa para generar energía y participa en el crecimiento, la plasticidad y la inmunidad, manteniendo el cerebro joven y sano", explica la Dra. Mosconi. A medida que los niveles de estrógeno disminuyen, "las neuronas comienzan a reducir el ritmo y envejecen más rápidamente", advierte. Esto genera no solo cambios cognitivos como depresión, ansiedad y problemas de concentración, sino también otros síntomas relacionados con la menopausia.
Cambios no permanentes
En la adolescencia y el embarazo el cerebro de la mujer también experimenta una transformación. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en estas dos etapas de la vida de la mujer, los cambios neurológicos vinculados a la menopausia no son permanentes y pueden ser parcialmente reversibles, o incluso disiparse, lo que sugiere que el cerebro se adapta a su nueva biología. Según Mosconi, estas "adaptaciones inteligentes" permiten a las mujeres vivir hasta un tercio de sus vidas después de esta transición.
"Se ha constatado que en la post-menopausia, algunas de las regiones cerebrales afectadas se recuperan y estabilizan por sí solas, como el volumen de materia gris y el aumento de la producción de energía, ya que con el tiempo el cerebro femenino logra adaptarse a los cambios hormonales y volver a regularse” añade Martínez. Se necesita más investigación para comprender mejor cuándo estos cambios son permanentes y cuándo son temporales, dijo Mosconi.
Los expertos en salud de la mujer coinciden en que una combinación de un estilo de vida saludable e intervenciones farmacéuticas, cuando se necesiten, pueden llevar a una transición más fácil a la menopausia. En cuanto a la alimentación, la doctora Mosconi apuesta por una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables como el aceite de oliva. Quienes siguen este tipo de alimentación presentan menos depósitos amiloides en el cerebro, el cual es un precursor de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.

