La mala alimentación, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol, principales causas del temido hígado graso
El hígado graso es una patología silenciosa que puede tardar hasta 20 años en manifestarse
“Ahora estamos viendo casos de cirrosis o de cáncer de hígado de personas que empezaron a estar obesas hace 20 o 25 años”, alerta Pere Giner
Se calcula que un 20% de los trasplantes de hígado están provocados por una cirrosis asociada a la obesidad
Marc llevaba tiempo sintiéndose cansado, sin energía y apático. El diagnóstico tardó en llegar, pero fue claro. Tenía el hígado graso. “No hay ningún tratamiento médico. Lo único que te piden es que tengas hábitos de vida saludable: una dieta saludable, que hagas ejercicio…”, explica. Una receta tan sencilla como efectiva contra esta patología silenciosa que puede tardar hasta 20 años en manifestarse.
Pere Giner, consultor sénior hepatología Hospital Clínic de Barcelona recuerda que este mal puede terminar en cirrosis y, posteriormente, a un cáncer de hígado.
La mala alimentación, la vida sedentaria y el consumo excesivo de alcohol son la combinación perfecta para terminar con la salud de nuestro hígado, que puede tener graves complicaciones que aparecen en pacientes cada vez más jóvenes. “Ahora estamos viendo casos de cirrosis o de cáncer de hígado de personas que empezaron a estar obesas hace 20 o 25 años”, afirma Pere Giner.
Salud hepática
Por eso, un grupo de expertos a nivel europeo han acuñado el término de salud hepática. Hacer ejercicio, una dieta equilibrada y consumir máximo siete unidades de alcohol a la semana en el caso de las mujeres y 14 en el caso de los hombres.
“Entre el 10 y el 15% de la población adulta consume una cantidad de alcohol de riesgo”, advierte Giner.
Se calcula que un 20% de los trasplantes de hígado están provocados por una cirrosis asociada a la obesidad.
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