Los dentistas recomiendan esperar 20 minutos para lavarse los dientes después de comer ciertos alimentos
La alimentación es uno de los factores fundamentales para una buena salud bucodental
Los alimentos y bebidas ácidas consumidas con frecuencia pueden tener daños irreversibles en el esmalte dental
Alertan del hábito diario que está destrozando tu esmalte dental sin saberlo
Aunque no sea muy conocido, existe una íntima relación entre la alimentación y la salud bucodental. Tener una boca sana depende de muchos factores, siendo uno de los más importantes la alimentación. Lo que comemos va a influir, para bien o para mal, en la salud de todo nuestro cuerpo. Nuestra boca, además, es la vía de entrada de los alimentos, por lo que cómo, y qué comamos, va a afectar por partida doble a esta zona de nuestro organismo.
Así lo asegura la odontóloga y miembro de Sociedad Española de Prótesis, Estomatología y Estética (SEPES) Alicia Miguel, una experta que recuerda que el esmalte dental es la capa que cubre la corona de los dientes, la parte visible de los mismos, es decir, la que no está cubierta por la encía.
El esmalte es el tejido más duro del cuerpo y esta dureza se la debe a que está formado, casi en su totalidad, por minerales (calcio y fosfato), que forman pequeños cristales densamente empaquetados de un compuesto que se llama 'hidroxiapatita
Los alimentos ácidos, una amenaza para la salud del esmalte
Los alimentos y bebidas ácidas pueden desgastar el esmalte de los dientes al provocar alteraciones en su pH y hacer que sean más susceptibles a la caries y la sensibilidad dental, provocando una erosión del mismo. Cuando esto sucede, la dentrina de los dientes (una capa que es mucho más sensible a los agentes externos) queda expuesta, y esto favorece la aparición de dolor dental o sensibilidad.
Entre los alimentos ácidos más comunes destacan las frutas cítricas, como naranjas y limones, bebidas gaseosas, jugos de frutas, vinagre, vino y alimentos fermentados como el yogur y el kéfir.
Además, entre los daños que los alimentos ácidos pueden ocasionar en el esmalte destaca la pérdida de tonalidad dental, que contribuye a la alteración de la coloración de la sonrisa. Este factor es uno de los que más preocupa a los pacientes ya que, en ocasiones, les impulsa a realizarse tratamientos estéticos como el blanqueamiento dental.
Combinar los ácidos con otros alimentos
Precisamente, esta miembro de SEPES hace hincapié en cómo el consumo continuado de ácidos puede dañar a nuestro esmalte. Para consumir alimentos ácidos sin riesgo, revela no hay que ingerirlos de manera continua, tampoco tomarlos solos, es decir, sin otros alimentos que compensen su acidez.
Algunos de los alimentos con los que se pueden combinar los ácidos son: nueces, queso, avena, mangos, melones, bananas, manzanas, huevos, verduras, arroz y granos enteros.
Pero también Alicia Miguel aporta una nueva precaución, que es la de esperar 20-30 minutos para el cepillado de los dientes, al contrario de lo aconsejado con el resto de las comidas, y de bebidas en las que lo ideal es cepillar nuestros dientes tras su consumo. Esto se debe al hecho de que cuando consumimos algo ácido el esmalte se desmineraliza, según alerta.
"Cuando esto ocurre la saliva actúa eliminando la acidez y, de esta manera, estos iones vuelven a ser capturados por el esmalte, es decir se produce una remineralización del mismo. Si nosotros cepillamos nuestros dientes antes, quitamos el calcio y el fosfato del entorno de los dientes, y cuando el esmalte está en condiciones de volver a incorporarlo porque ya no hay acidez, no lo puede hacer porque hemos eliminado estos minerales con el cepillo. Este proceso de desmineralización repetido a lo largo del tiempo puede llevar al debilitamiento y a la disolución del esmalte", asevera esta experta.
Es más, con respecto a los ácidos de la dieta, recuerda que dentro de este grupo se encuentran también todas las bebidas con burbujas (son ácido carbónico) y su consumo continuado puede dañar nuestro esmalte.
"Y dentro de ellas, las que son especialmente dañinas, son las que combinan acidez y el otro gran enemigo de nuestro esmalte que es el azúcar, como ocurre en el caso de los zumos industriales, de los refrescos con burbujas, y de las bebidas energéticas, que son especialmente dañinas", advierte Alicia Miguel.
Factores que debilitan el esmalte
Con ello, remarca que, por esta naturaleza, cristalina y mineral, los principales factores que debilitan nuestro esmalte dental son:
- El consumo de alimentos y bebidas ácidas de manera continuada: van a disolver los cristales minerales que forman el esmalte, erosionándolo y debilitándolo; pueden provenir de las comidas y de las bebidas que tomamos, del estómago por la existencia de vómitos repetidos, o por el reflujo gástrico, o pueden estar generados por bacterias de la ora de nuestra boca que se adhieren a los dientes y trasforman los alimentos que tomamos (fundamentalmente los hidratos de carbono) en ácidos.
- Los golpes o traumatismos, que pueden romperlo.
- Los microtraumatismos, como golpeteos o fricciones continuos, que crearán pequeñas fracturas o desgastes del esmalte, y que se originan con los hábitos de mordisqueo (de uñas, de objetos, cortar cosas con los dientes), con los piercings en la boca, al morder alimentos excesivamente duros (caramelos duros, hielos, cáscaras de mariscos), cuando apretamos o rechinamos los dientes (bruxismo); o en determinados problemas del sueño, como en la apnea obstructiva del sueño.
Para un esmalte fuerte y saludable
Con todo ello, le pedimos a esta odontóloga que nos aporte los nutrientes que ayudan a mantener el esmalte fuerte y saludable, es decir, todos aquellos que aportan a la saliva iones minerales que forman parte de su composición (calcio y fosfato), como son, entre otros, los lácteos y los vegetales; los que, como el té, contienen flúor, que fortalece el esmalte; y los polifenoles y avonoides, que son carióstáticos, los alcalinos, cosa que sucede con la mayor parte de los vegetales, ya que cuando el pH es alcalino se favorece la remineralización del esmalte, y los que, por su sabor o textura brosa (verduras, algunas frutas...), estimulan la producción de saliva, porque la saliva tiene una función de 'aclarado' de la supercie dental y aumenta el pH de la boca, neutralizando así el posible efecto dañino de los ácidos.
Pero, en última instancia, la miembro de SEPES resalta que no debemos olvidar que, por muy sana y protectora que sea nuestra alimentación, si no la acompañamos de una adecuada higiene dental, utilizando un cepillo adecuado con cerdas suaves, o de dureza media, seda dental, y pasta de dientes con flúor, y no nos sometemos a revisiones periódicas en el dentista, la alimentación por sí sola no es capaz de lograr el objetivo de un esmalte fuerte y sano.
"La mejor protección para el esmalte después de las comidas es una correcta higiene dental. Pero, si ésta no es posible, lo mejor es terminar la comida con alimentos que no sean dulces, que aporten componentes 'beneciosos' al esmalte, y que sean brosos para estimular la producción de saliva (vegetales, frutas...). También el consumo de caramelos o chicles con xilitol podría ayudarnos a paliar la falta del cepillado dental", concluye esta portavoz de la Sociedad Española de Prótesis, Estomatología y Estética.
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