La historia de Azucena y Javier, con cáncer de mama y de próstata, que se han sometido a ensayos clínicos: "Quería cronificar mi enfermedad"
El Hospital Clínico San Carlos ofrece ensayos clínicos a pacientes con cáncer: unos 200 pacientes han probado terapias experimentales
Un ensayo clínico para tratar el cáncer de mama hereditario logra una "tasa de supervivencia del 100%"
Tenemos que estar orgullosos de nuestros médicos investigadores. Somos pioneros en muchas cosas y hemos conseguido también estar a la cabeza de Europa en número de ensayos clínicos. Somos el tercer país del mundo, tan solo por detrás de Estados Unidos y China.
"Para mí, el ensayo clínico, llevo tres, ha sido un regalo. Me están dando vida y vida de calidad". A Azucena le diagnosticaron cáncer de mama y tras someterse a varios tratamientos convencionales, su oncólogo le dijo: 'Si estás de acuerdo, te voy a proponer entrar en ensayos clínicos de fase 1'. "Dije que sí. Y ese mismo día mi oncólogo me acompañó a esta unidad", precisa la paciente.
Las terapias experimentales del Hospital Clínico San Carlos (HCSC) de Madrid
Azucena, entonces, acudió a la unidad CRIS de nuevas terapias experimentales del Hospital Clínico San Carlos (HCSC) de Madrid, tal y como informa María Fente. Por allí han pasado en tres años unos 200 pacientes. "Tenemos una parte de laboratorio donde se efectúa una investigación más de tipo básico y traslacional. Y otra parte que veis aquí de consulta", explica Jorge Bartolomé, uno de los profesionales que trabaja en la unidad.
En ocho años, Javier, otro paciente, se ha sometido a distintos tratamientos. Tras la última recaída, le propusieron entrar en un ensayo: "Vine sin dudarlo, la verdad es que a mí es una puerta más, una ventana más". Tiene cáncer de próstata en estado avanzado y la media de vida es de cinco años. "Quería algo nuevo que me diera esa posibilidad de cronificar mi enfermedad", explica Javier. Y es lo que hacen en el hospital citado.
"Les damos una nueva esperanza de poder seguir tratando y seguir luchando contra su enfermedad", precisa Bartolomé. Por eso y por el futuro merecen la pena los ensayos clínicos: "O sea, yo pienso que dentro de cinco años mis hijas pueden tener este problema y, gracias a que su madre participó en un ensayo clínico, ellas van a tener un fármaco que ya funcione", sentencia Azucena.
