Enfermedades

La Fiebre Hemorrágica de Crimea Congo: síntomas, período de incubación, prevención y cómo retirar una garrapata del cuerpo

Imagen de archivo de una garrapata. EP
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Castilla y León, a través de la Dirección General de Salud Pública y su Servicio de Epidemiología, ha confirmado un caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (F.H.C.C) tras los análisis practicados por el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. El caso confirmado es un varón de 70 años de edad que se encuentra ingresado en el Hospital de Salamanca con un cuadro clínico compatible con la F.H.C.C.

El paciente presenta picadura por garrapata y permanece estable, aunque con la gravedad clínica que implica esta patología, con las medidas de aislamiento y protección de los profesionales sanitarios previstas para estas situaciones.

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¿Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo?

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo está causada por un virus cuyo mecanismo de transmisión principal es la picadura de la garrapata del género 'Hyalomma', aunque también puede transmitirse de persona a persona por contacto con sangre o fluidos del enfermo, lo que puede ocurrir especialmente en personal sanitario cuando no está debidamente protegido.

Síntomas y duración del periodo de incubación

Los síntomas habituales son fiebre de instauración brusca, dolor de cabeza, mialgias y mareos y la duración es de unos cuatro o cinco días. También pueden aparecer otros síntomas como diarrea, náuseas o vómitos, así como hiperemia (enrojecimiento) de cara, cuello o tórax, congestión ocular o conjuntivitis.

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La duración del período de incubación depende del modo de contagio del virus y de la carga viral. Después de la picadura de la garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días.

El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días.

Prevención

En cuanto a la prevención de las picaduras por estos insectos, las autoridades sanitarias recuerdan la importancia de usar ropa y calzado adecuados durante las salidas al campo, así como transitar por caminos y utilizar repelentes tanto para las personas como para los animales de compañía.

Para evitar picaduras de garrapata, se recomienda no pasar por zonas con hierbas altas, ya que estos insectos suelen esperar a su hospedador en la parte superior de la vegetación; procurar caminar por el centro de los senderos y no sentarse o tumbarse en sus orillas.

También se sugiere no tocar ganado, ni animales silvestres. Utilizar ropa adecuada, de colores claros, pantalón largo metido por dentro de los calcetines, manga larga, gorra y camiseta por el interior del pantalón.

Además, utilizar repelentes acaricidas comerciales adecuados; y mantener un tratamiento antiparasitario adecuado en perros.

Tras volver del campo, recomiendan ducharse y revisar si hubiese alguna garrapata adherida al cuerpo y lavar la ropa con agua caliente; y realizar una correcta desparasitación de los animales de compañía y del ganado.

Asimismo, se insiste en que las garrapatas que se puedan haber fijado deben retirarse lo antes posible y de forma adecuada, preferentemente por profesionales sanitarios.

¿Cómo retirar una garrapata?

Si pese a todas las medidas anteriores se produce la picadura de una garrapata, esta se deberá eliminar lo antes posible siguiendo las siguientes recomendaciones:

  • Se debe prestar atención o cubrirse las manos cuando se eliminen las garrapatas
  • No se deben usar aceites u otros líquidos sobre la garrapata, puede ser contraproducente al provocar descarga de fluidos por estrés
  • Realizar una extracción adecuada de toda garrapata fijada, siempre mediante tracción con una pinza de borde romo.

Se debe sujetar con una pinza de boca estrecha a la garrapata, agarrándola por la cabeza, tan cerca de la parte bucal como sea posible, ya que si se fija y exprime el cuerpo puede inyectar sus fluidos en el interior de la herida. Se ejercerá una tracción, de forma progresiva y continua, nunca bruscamente, en la misma dirección de su implantación, hasta conseguir su extracción.

Si durante la extracción una parte de la garrapata no se desprende, se actuará como si de un cuerpo extraño se tratase con el resto que pudiera quedar, extirpándolo con un bisturí o la punta de una aguja. Después de retirarla, hay que lavarse las manos y la zona donde estaba prendida la garrapata.

Una vez extraída la garrapata, si sigue viva, debe garantizar su eliminación segura (sumergirla en alcohol, meterla en una bolsa/contenedor hermético que se desechará, eliminarla por el inodoro). Nunca se aplastará con los dedos, ya que puede ser fuente de contaminación (por los patógenos que pudiera albergar)