Estudios

Los niños de madres obesas tienen hasta 53% más hospitalizaciones por infecciones

Barriga de una mujer embarazada. Pexels
  • Según la investigación, las tasas generales de hospitalizaciones aumentan conforme lo hace el IMC materno

  • Para el año 2030, una de cada cuatro muejeres (23%) en el mundo presentará obesidad durante el embarazo

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Los niños nacidos de madres con obesidad severa (IMC de 35 o más) tienen un mayor riesgo de ser hospitalizados por infecciones, según una investigación a largo plazo de la Universidad de Oxford (Reino Unido), publicada en la revista científica de acceso libre BMJ Medicine.

Los resultados subrayan la relevancia de mantener un peso adecuado antes y después del embarazo, según los autores del estudio.

Para 2030, el 23% de mujeres de todo el mundo tendrá obesidad

Con base en las proyecciones actuales, se estima que para el año 2030, aproximadamente una de cada cuatro mujeres (23%) en el mundo presentará obesidad durante el embarazo. Esta tendencia es preocupante, dado que la obesidad implica un estado inflamatorio crónico que puede debilitar la respuesta inmune, modificar la expresión genética y alterar de forma negativa la microbiota intestinal, todo lo cual podría impactar la salud a largo plazo del feto en formación.

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Estudios previos que han intentado determinar si existe una relación entre el peso de la madre y las infecciones en la infancia no han alcanzado conclusiones claras. Además, no está del todo definido si factores modificables como el tipo de parto, la lactancia o el aumento de peso gestacional podrían influir en esos resultados.

Para abordar estas dudas, los investigadores utilizaron datos del proyecto Born in Bradford, que examina cómo influyen factores sociales, genéticos y ambientales en la salud de madres e hijos tanto a corto como a largo plazo.

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El análisis se centró en 9.037 mujeres que dieron a luz entre marzo de 2007 y diciembre de 2010 en el hospital Bradford Royal Infirmary, y para quienes se tenía información sobre estatura y peso.

Del total, unas 4.196 mujeres (45%) eran de origen pakistaní y 3.742 (40%) de origen británico blanco. Un 37% de las participantes vivía en áreas de gran vulnerabilidad social en el Reino Unido.

Seguimiento de la salud de los hijos y clasificación de infecciones

Se siguió la salud de 9.540 de sus hijos, observando el número de hospitalizaciones por infecciones y el tipo de infecciones sufridas desde el nacimiento hasta los 15 años, o hasta el momento en que salieron del estudio o fallecieron (lo que ocurriera primero), con fecha límite en octubre de 2022.

Las infecciones se clasificaron en: vías respiratorias altas, vías respiratorias bajas, piel y tejidos blandos, infecciones genitourinarias, gastrointestinales, bacterianas invasivas y virales multisistémicas.

Los investigadores también analizaron si algunos factores podrían modificar la relación entre el IMC materno y las infecciones infantiles. Entre ellos se incluye: lactancia materna durante 6 semanas o más después del parto; parto por cesarea; parto prematuro antes de las 37 semanas; aumento excesivo de peso promedio semanal y aumento excesivo de peso total durante el embarazo; y obesidad infantil. 

Las mujeres fueron pesadas durante la primera cita prenatal, entre las semanas 26 y 28, y nuevamente en el tercer trimestre. Según el IMC del primer trimestre, el 30% tenía sobrepeso y el 26% obesidad, incluyendo un 10% con obesidad severa (grado 2-3).

Se registraron un total de 5.009 ingresos hospitalarios por infecciones entre el nacimiento y los 15 años. Un 30% de los niños fue hospitalizado al menos una vez: el 19% una sola vez, el 6% en dos ocasiones y el 4% en tres o más.

Las tasas más altas de hospitalización ocurrieron en menores de un año (134,6 ingresos por cada 1.000 personas-año), disminuyendo a 19,9/1.000 en el grupo de 5 a 15 años.

Relación directa entre el IMC materno y las hospitalizaciones

Las tasas generales de ingreso aumentaron conforme lo hacía el IMC materno: 39,7 admisiones por cada 1.000 personas-año entre los hijos de mujeres con peso saludable, frente a 60,7 por cada 1.000 en los hijos de madres con obesidad grado 2 o 3.

Tras ajustar por factores que pudieran influir, como la edad de la madre, etnia y nivel de privación, se observó que un IMC materno elevado se asociaba con un mayor riesgo de ingreso hospitalario por infección a cualquier edad, aunque solo fue estadísticamente significativo en los hijos de madres con obesidad severa.

En concreto, estos niños presentaban un 41% más de riesgo de ser hospitalizados antes del primer año de vida, y un 53% más entre los 5 y los 15 años, en comparación con aquellos cuyas madres tenían un peso normal.

Las asociaciones fueron ligeramente más pronunciadas en niños que en niñas, y en hijos de madres pakistaníes en comparación con los de madres británicas blancas.

Las principales causas del aumento de hospitalizaciones fueron infecciones respiratorias virales, gastrointestinales y multisistémicas de origen viral.

Entre los factores modificables, el parto prematuro explicó una pequeña parte (7%) de la relación entre obesidad severa materna e infecciones en los primeros cinco años de vida.

Por otro lado, la cesárea representó un 21% de esta relación, y la obesidad del niño a los 4-5 años un 26%, lo que indica que podrían ser puntos de intervención. En cambio, ni la lactancia materna prolongada ni el aumento de peso durante el embarazo mostraron una relación significativa.

Aunque se trata de un estudio observacional —lo que impide establecer una relación causa-efecto—, los autores reconocen algunas limitaciones, como que los datos provienen de un único centro hospitalario y que hubo carencias de información sobre la lactancia y el IMC de los niños. Tampoco pudieron tener en cuenta factores ambientales o del estilo de vida.

Importancia de mantener un peso saludable

A pesar de ello, concluyen: "Los hallazgos de nuestro estudio resaltan la necesidad de campañas de salud pública y apoyo adicional para los profesionales de la salud para ayudar a las mujeres en edad reproductiva a lograr y mantener un peso corporal saludable. Aunque los resultados indicaron un efecto modesto de la obesidad materna, y solo en aquellas con grados de obesidad 2-3, el efecto potencial en un gran número de niños a nivel mundial es sustancial".