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Nueva esperanza para la afasia: una cirugía combinada mejora el lenguaje tras un ictus

Un médico trabajando. Pexels
  • Tras un ictus, muchas personas se enfrentan secuelas a largo plazo, como dificultades en el habla y el lenguaje, conocidas como afasia

  • La nueva función terapéutica ofrece una solución innovadora: combina cirugía de cuello con terapia intensiva del habla

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Cada año, millones de personas en el mundo sufren un ictus, una interrupción repentina del flujo sanguíneo al cerebro que puede tener consecuencias graves. Además del riesgo vital inmediato, muchas personas deben enfrentarse a secuelas a largo plazo, siendo las dificultades en el habla y el lenguaje, conocidas como afasia, una de las más frecuentes y limitantes.

La afasia no solo afecta la capacidad para comunicarse, sino que también repercute de manera profunda en la vida social, emocional y laboral de quienes la padecen. La mayoría de los afectados necesita rehabilitación prolongada, y aunque existen tratamientos estándar, los avances han sido lentos y limitados.

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Una combinación innovadora mejora el habla tras un ictus

La nueva función terapéutica ofrece una solución innovadora: combina cirugía de cuello con terapia intensiva del habla. Según un ensayo clínico de la Universidad de Fudan (Shanghái, China), esta combinación logra mejoras mayores en la capacidad de comunicación de los pacientes con afasia crónica tras un accidente cerebrovascular, en comparación con la terapia intensiva del habla sola.

Publicados en The BMJ, los resultados indican mejoras significativas justo después de la intervención quirúrgica, sin efectos adversos importantes a largo plazo. También se observaron avances en la calidad de vida y una reducción de los síntomas de depresión a lo largo de los seis meses siguientes.

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La técnica quirúrgica utilizada se conoce como neurotomía C7 (NC7). Para evaluar su eficacia, el estudio comparó a dos grupos de pacientes que habían sufrido un ictus más de un año antes: uno recibió la cirugía junto con tres semanas de terapia intensiva del habla (ISLT) y el otro solo la terapia del habla.

Los investigadores observaron una mejora notable en la puntuación del Boston Naming Test (BNT), una prueba que evalúa la capacidad de nombrar objetos. A los 30 días, el grupo operado mejoró en 11,16 puntos, frente a los 2,72 del grupo control. Estas diferencias se mantuvieron a los seis meses.

Además, se reportaron mejoras claras en la severidad de la afasia, en la autonomía diaria y en los niveles de depresión, sin registrar eventos negativos relacionados con la cirugía.

Limitaciones y perspectivas futuras

A pesar de los resultados alentadores, los investigadores advierten sobre ciertas limitaciones: los participantes eran en su mayoría varones, relativamente jóvenes y todos hablantes nativos de chino, lo cual restringe la aplicabilidad global de los hallazgos. Por ello, los autores subrayan la necesidad de estudios adicionales que evalúen el impacto a largo plazo y en poblaciones más diversas.

Aun así, concluyen que combinar NC7 con terapia intensiva del habla “es un tratamiento superior para la afasia crónica posterior a un ictus en comparación con la terapia intensiva del habla y el lenguaje sola” y “puede beneficiar a los pacientes en cuanto a la calidad de vida diaria y la depresión posterior al ictus”.

Desde el Instituto Neurológico de Tailandia, la experta Supattana Chatromyen valoró el ensayo como “un avance interesante”, aunque con cautela. Si investigaciones futuras confirman estos resultados, podrían abrir una vía prometedora de recuperación para personas con secuelas severas de ictus.