Gonzalo Pin, pediatra, explica qué provoca una baja estatura: "Es un déficit de una hormona en la infancia"
Hay hábitos que son clave para la producción de la hormona, que se produce y secreta en la glándula pituitaria
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La hormona del crecimiento, también conocida como 'somatotropina' o 'GH' (por sus siglas en inglés, 'Growth Hormone'), es una proteína compuesta por 191 aminoácidos que se produce y secreta en la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro. Su función principal es la de estimular el crecimiento y el desarrollo del organismo, especialmente durante la infancia y la adolescencia, aunque también cumple roles importantes en el metabolismo a lo largo de toda la vida.
Según explica en una entrevista a Europa Press Salud Infosalus el pediatra Gonzalo Pin, que es el coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la hormona del crecimiento es esencial durante la infancia para que los niños alcancen una estatura adecuada y un desarrollo corporal normal. Cuenta que la hormona del crecimiento, como su propio nombre indica, estimula el crecimiento de los huesos y de los tejidos.
"Además de aumentar la estatura, la GH regula la producción, el tamaño y la supervivencia de las células, lo que es fundamental para el desarrollo de órganos y de sistemas en crecimiento. Un déficit de esta hormona en la infancia puede provocar una talla baja, y un retraso en el desarrollo físico, mientras que un exceso puede causar gigantismo", asevera este experto.
Por qué es tan importante el sueño
Precisamente este pediatra experto en sueño infantil destaca que la liberación de la hormona del crecimiento ocurre principalmente durante el sueño profundo, especialmente en el primer tercio de la noche.
"En la infancia y en la adolescencia, la producción de GH es mucho más activa, ya que es el periodo de mayor crecimiento corporal. Es fundamental que los niños tengan un sueño adecuado y profundo, ya que la mayor parte de la hormona del crecimiento se libera durante este periodo. Trastornos del sueño pueden afectar negativamente a su secreción y, por tanto, al desarrollo físico", explica el doctor Pin.
El ejercicio físico
A su vez, resalta que factores como el ejercicio, el ayuno, el estrés, el estado nutricional, y la presencia de otras hormonas también pueden estimular su secreción. "El ejercicio físico es uno de los estímulos naturales más potentes para la liberación de la hormona de crecimiento (GH). Tanto el aeróbico, como el de fuerza, pueden aumentar sus niveles en sangre, aunque la magnitud y la duración de este aumento dependen de la intensidad, de la duración, y del tipo de actividad realizada".
El ejercicio intenso, especialmente aquel que genera altos niveles de ácido láctico (como el entrenamiento de fuerza con descansos cortos, o el ejercicio aeróbico de alta intensidad), estimula significativamente la secreción de GH, resalta este experto.
Es más, sostiene el coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la AEP que el aumento de GH tras el ejercicio es mayor en personas jóvenes y en quienes están menos entrenados, ya que el cuerpo se adapta con el tiempo; mientras que la respuesta hormonal disminuye en atletas experimentados.