Marimer Pérez, ginecóloga, y las tres cosas que ha aprendido gracias a su propia menopausia: “Un punto de inflexión"

La autora de 'No me sueltes' (Lunwerg Editores) invita a aprovechar esta fase vital para reordenar las prioridades y liberarse de lo que no importa
Marimer Pérez, sobre por qué ir al ginecólogo a partir de los 50: “Solo por eso vale la pena”
Muy a menudo la menopausia es vista casi exclusivamente como una etapa de pérdidas, cambios físicos y síntomas incómodos, pero cada vez más mujeres descubren que esta fase vital también puede convertirse en una oportunidad para reordenar sus prioridades, vivir con más autenticidad e incluso reinventarse. La doctora Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra, nos invita a mirar la cara positiva de este periodo en 'Cómo ser más feliz en la menopausia'.
El cese de la menstruación y la bajada de estrógenos implica un cambio biológico importante, pero también simboliza un cierre de ciclo que muchas mujeres pueden experimentar como una liberación. "En menopausia todo te empieza a importar bastante menos, lo cual es algo muy positivo", explica la autora de 'No me sueltes' (Lunwerg Editores).
La llegada de la menopausia también invita a reflexionar sobre qué es lo que realmente importa. Empiezan a sobrevolar preguntas como '¿Qué quiero para mí ahora?' o '¿Qué me hace feliz de verdad?' y eso termina llevando a muchas mujeres a soltar lo que pesa y enfocarse en actividades, relaciones y proyectos que realmente aporten valor.
"Yo me lo he tomado como un punto de inflexión, el momento para hacer cosas que realmente no me he podido permitir o para las que no he sabido encontrar hueco porque siempre he ido tan liada", aporta la experta. Aprender algo nuevo, emprender un hobby creativo, viajar, o incluso dar un giro profesional son pasos que muchas mujeres se atreven a dar.
Y, por supuesto, uno de los aprendizajes más poderosos de esta etapa es la capacidad de trazar líneas rojas. "Aprender a decir que no. Y poner límites, que muchas veces para nosotras es muy difícil. Decimos que sí a todo demasiado. Y nos responsabilizamos de todo demasiado", subraya la doctora. "Estamos todo el rato intentando poner máscaras de oxígeno a todos los que nos rodean. ¿Por qué no nos ponemos primero una buena mascara de oxígeno nosotras, respiramos un poquito y luego ya salvaremos al mundo?", se pregunta.
Por qué ir al ginecólogo a partir de los 50
En cualquier caso, llegar a la menopausia no significa dejar de preocuparse por nuestro propio bienestar y olvidarse de cosas tan fundamentales como las revisiones ginecológicas. "El cáncer de mama y el de matriz tienen su pico de incidencia en esta edad", apunta la especialista, pero con una sencilla visita al ginecólogo pueden ser detectados a tiempo, cuando las probabilidades de éxito son mucho mayores. "Es una prueba muy sencilla y solo por eso vale la pena", razona.


