DÍA MUNDIAL DE LA PARADA CARDIACA

Profesionales de Osakidetza dan 'tips' para actuar ante una parada cardíaca: "Son cuatro pasos que salvan vidas"

Este 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Parada Cardíaca.. Redacción Euskadi
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BilbaoCada año, en Euskadi, 29 personas de cada 100.000, sufren una parada cardíaca en la calle o en su domicilio. “Todos nos podemos encontrar en esta situación, tanto un adulto como un niño”. Los primeros minutos que transcurren tras una parada cardíaca son claves y dado que “no tenemos ambulancias en cada esquina”, aprender a realizar la reanimación cardíaca puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

“Está demostrado que una parada que se reanima en un primer momento, la persona que la sufre tiene más probabilidades de sobrevivir y con una buena calidad de vida”, explica Covadonga Peralta, médico anestesista del Hospital de Cruces.

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Las pautas que los profesionales sanitarios de Osakidetza, especializados en soporte vital básico, dan para actuar ante una parada son cuatro:

  • Reconocer la parada
  • Llamar a los servicios de emergencia
  • Empezar las compresiones torácicas de alta calidad inmediatamente
  • Coger, en caso de estar a nuestro alcance, un desfibrilador que “nos va a decir paso a paso lo que hay que hacer”

El masaje cardíaco se realiza tres dedos por encima del esternón y en el centro del tórax, se entrelaza una mano con la otra y con los brazos completamente perpendiculares, se arranca con las compresiones, a un ritmo de 100-120 por minuto. 

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Día mundial parada cardíaca

Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Parada Cardíaca para concienciar a la sociedad sobre qué es una parada cardíaca súbita o muerte súbita cardiaca y cómo reaccionar si ocurre.

El paro cardíaco repentino suele producirse sin previo aviso por la interrupción súbita de toda la actividad del corazón debido a un ritmo cardíaco irregular. Algunos de los síntomas inmediatos son molestia en el pecho, falta de aire, debilidad o latidos rápidos. El paro cardíaco conlleva colapso súbito, falta de pulso y de respiración, sí como la pérdida del conocimiento.

La respiración se detiene y la persona queda inconsciente. Si no se trata de inmediato, el paro cardíaco repentino puede llevar a la muerte. De ahí la importancia de saber reaccionar adecuadamente durante los primeros instantes, hasta la llegada de una ambulancia.

¿Y si le ocurre a un niño?

Lo primero es quitar el miedo para reaccionar de la forma adecuada ante una persona que sufre una parada cardíaca. “Sabiendo un poco se pueden salvar muchas vidas”, advierte Carlos Galán, enfermero de quirófano de urgencia. Son “cuatro pasos básicos”. Primero, comprobar si la persona está consciente o inconsciente, después empezar a realizar el masaje cardíaco y por supuesto, llamar al 112 y dar la información adecuada para que el soporte que nos envíen sea el necesario para atender esa urgencia.

En casos de niños, el origen de las paradas suele ser más respiratorio, por eso, los profesionales aconsejan priorizar la ventilación, es decir, abrir la vía aérea. Para ello, Manuel Nieto, pediatra del Hospital vizcaíno de Cruces, aconseja colocar al niño en una postura "bastante natural" en la que le entre bien el aire y se realizan las insuflaciones de rescate, con el 'boca a boca' o 'boca a boca-nariz'. A veces "simplemente así se recupera al niño". Si no es el caso, se realizan 30 compresiones cardiacas “bien fuertes”, en el tórax, y dos insuflaciones, “así hasta que llegue la ambulancia”. Si el niño es muy pequeño, las compresiones, en lugar de hacerlas con la palma de la mano, se realizan solo con dos dedos.