El estigma que soportan muchas personas con diabetes: "Puede provocar que abandonen su tratamiento"
Casi 7 de cada 10 personas con diabetes se sienten estigmatizadas: hablamos con Antonio Lavado, presidente de la Federación Española de Diabetes y paciente con diabetes tipo 2
Así es el día a día de una persona con diabetes tipo 1: "Para hablar de una cura hace falta más tiempo"
España continúa siendo el quinto país de Europa con mayor prevalencia de diabetes, por detrás de Turquía, Rusia, Alemania e Italia, según la 11ª edición del Atlas Mundial de la Diabetes.
Más de cinco millones de personas conviven con esta condición en el país. Un tipo de patología crónica que se caracteriza por la presencia de una cantidad elevada de glucosa en la sangre a consecuencia de la falta de insulina o el mal funcionamiento de dicha hormona. El tratamiento y cuidado de la diabetes es fundamental para mantener los niveles de glucosa en la sangre. Para ello, entre otras cosas, se debe tene un control de la ingesta de hidratos de carbono (que en el organismo son convertidos en azucar) y llevar un estilo de vida activo, realizando ejercicio físico.
Este cuidado hace que muchas personas se sientan juzgadas sobre si lo están haciendo bien o no, si deberian comer eso o no, o si se cuidan lo suficente o no. De hecho, un 70% de las personas con diabetes cree que existe un estigma asociado a su condición y un 40% ha llegado a cancelar una cita médica por sentirse juzgada.
Así lo revela los datos de una encuesta internacional realizada por Abbott a más de 2.600 personas con diabetes en ocho países, con el apoyo de la Federación Española de Diabetes (FEDE), que pone sobre la mesa cómo los prejuicios, los mitos y los comentarios cotidianos pueden afectar al bienestar de quienes conviven con la enfermedad.
Frases como "Me va a dar diabetes solo de ver eso", "¿De verdad deberías estar comiendo eso?" provocó una respuesta fisiológica de estrés —aumento de la frecuencia cardíaca y sudoración— comparable a una entrevista de trabajo o una primera cita.
"El gran problema es que la sociedad no entiende lo que es la diabetes"
Antonio Lavado, presidente de la Federación Española de Diabetes y paciente con diabetes tipo 2, conoce bien el peso de esos prejuicios. "Yo he recibido estigma, pero tengo un carácter fuerte. A veces te dicen 'no deberías comer eso', pero entiendo que la mayoría de esos comentarios vienen del desconocimiento", afirma.
En España, los mitos más comunes siguen siendo que el azúcar causa directamente la diabetes (29,3%), que está asociada únicamente al peso (16%) o que puede curarse con dieta y ejercicio (13%).
El presidente de FEDE subraya que estos estigmas pueden tener consecuencias graves. "Puede hacer que alguien abandone el tratamiento o deje de acudir al médico. Si una persona siente que no la quieren ayudar, se va. Y eso pone en riesgo su salud", advierte.
Buena parte de los prejuicios se centran en la alimentación, y, aunque afecta a todas las edades, es especialmente duro en la infancia. "Todavía hay casos de niños que no quieren que sus compañeros sepan que tienen diabetes. No quieren ser señalados. Pero tener diabetes no te hace diferente, solo significa que debes cuidarte", recalca. "Cuando un niño con diabetes va a un cumpleaños, muchas veces piensan que no puede comer pastel. Eso marca, les afecta muchísimo. Lo único que necesitan saber es cuánta insulina les corresponde para ese trozo".
Además, Lavado lamenta que los juicios también procedan a veces de dentro del propio colectivo. "En la diabetes hay dos tipos principalmente. La tipo 1, que es autoinmune y requiere insulina sí o sí, y la tipo 2, que es la más frecuente. Me duele cuando algunas personas con tipo 1 dicen que los de tipo 2 no nos queremos curar. Eso no es cierto. Nadie quiere estar enfermo", señala.
Discriminación laboral: "Aún se usa la diabetes como motivo para excluirnos"
Más allá de lo social, el estigma también se manifiesta en el ámbito laboral. "Durante años la ley nos limitó para acceder a ciertos empleos públicos. Aunque ahora ya no debería ser así, pero seguimos viendo cómo se utiliza la diabetes como excusa para excluirnos de empleos como bombero, policía o militar".
"Realmente hoy en día las nuevas tecnologías permiten un control total de la enfermedad", explica. "Un medidor continuo de glucosa o una bomba de insulina hacen posible que cualquier persona con diabetes pueda realizar su trabajo con seguridad. Si soy apto o no, debe decidirlo mi endocrino, no un prejuicio".
Cuando el juicio llega desde la consulta médica
El estigma no solo procede del entorno o del trabajo. También puede surgir en la atención sanitaria. "A veces vas a una consulta y el profesional te regaña por lo mal que lo estás haciendo. Pero la diabetes no es exacta. No es matemática. Depende de muchas cosas: del estrés, de la alimentación, del descanso...", explica Lavado.
Esa sensación de juicio, sumada a la incomprensión, puede minar la motivación. "Esto contribuye a que no se sigan los tratamientos. En la diabetes tipo 2, el 50% de las personas abandona su medicación al cabo de un año. Una de las causas puede ser precisamente sentirse mal atendido o señalado", apunta.
Lavado también destaca la carga mental que conlleva convivir con una enfermedad crónica y su constante gestión. "Ya la propia patología te afecta. Haces todo lo posible por cuidarte y, aun así, los resultados pueden cambiar cada día. Si además alguien te dice que no lo haces bien, eso pesa mucho. Afecta a la salud mental, sobre todo en jóvenes", explica.
"El cambio empieza por la educación y el respeto"
Para el presidente de FEDE, la educación es la herramienta más poderosa para derribar los estigmas. "Tenemos que empezar a respetar más y a comprender qué es realmente la diabetes", sostiene. De hecho, el 70% de las personas con diabetes cree que los comentarios de apoyo de su entorno aumentan su motivación para cuidar su salud.
Desde la Federación trabajan para promover ese cambio. "Estamos preparando un curso para 2026 con apoyo psicológico para las personas que viven con diabetes, y seguiremos avalando iniciativas como la que ha impulsado Abbott. No paramos de trabajar por las personas con diabetes, y los estigmas son un problema que hay que resolver", concluye.