Afectados por el VIH denuncian el estigma que aún persigue a los seropositivos en el 'Día Mundial del Sida'

  • Este 1 de diciembre se celebra el ‘Día Mundial de la Lucha contra el Sida’

  • Colectivos de VIH y sida reclaman a Sanidad mejorar la atención a la salud sexual para evitar 4.000 diagnósticos cada año

  • Afectados por el VIH denuncian la estigmatización de los seropositivos: "No tengo por qué morir ni socialmente ni para otras personas"

Este 1 de diciembre se celebra el ‘Día Mundial de la Lucha contra el Sida’. Aunque ya han pasado 40 años desde el primer diagnóstico en el mundo, y aunque se han reducido infecciones y muertes con los tratamientos, aún queda mucho por avanzar.

Durante este día, se desarrollan múltiples campañas de sensibilización, y en un acto de Sanidad ante la ministra Carolina Darias, los colectivos de VIH y sida han pedido mejorar la atención a la salud sexual para evitar 4.000 nuevos diagnósticos cada año.

La mitad de las infecciones se calcula que se producen, –y ahí está el mayor riesgo–, entre las personas que desconocen ser seropositivas.

La estigmatización de los seropositivos: "No tengo por qué morir ni socialmente ni para otras personas"

José, quien vive desde hace 5 años con VIH, cuenta su historia ante las cámaras de Informativos Telecinco para acabar con el estigma que, precisamente, todavía persigue a los seropositivos: “No he usado preservativo en mis relaciones sexuales. Seré responsable de ello, pero no culpable nunca”, cuenta. “Ya no solo es que no me vaya a morir, sino que no tengo por qué morir ni socialmente ni para otras personas”, señala.

Por su parte, Oliver, fue diagnosticado con 25 años. Ello le ha provocado una depresión: “Vives con miedo a que alguien se de cuenta de ese gran secreto que la sociedad sigue sin ser capaz de asimilar”, denuncia.

40 años desde que se diagnosticó al primer paciente de sida

Hay cosas que no han cambiado aunque han pasado ya 40 años desde que se trató el primer caso.

“Fue un paciente que ha marcado mi vida. Estábamos ante un tsunami”, explica Caterina Mieras, quien diagnosticó al primer paciente de sida en España.

Los pacientes que llegaban al hospital, la mayoría muy jóvenes, tenían firmada su sentencia de muerte: “Era muy duro repetirlo casi a diario”, recuerda Caterina.

El gran avance llegó en 1996, cuando se consiguió contener la enfermedad: “Esos primeros tratamientos eran muy complejos; eran muy tóxicos”, explica Vicenç Falcó, Jefe de Enfermedades Infecciosas del Vall d’Hebron.

Ahora basta con una pastilla diaria: “Mientras toma la medicación el virus no circula; no puede transmitir el VIH”. Con tratamiento no existe riesgo de contagio.