La caída del cabello, otra de las consecuencias del coronavirus

  • El efluvio telógeno es una intensa caída del cabello que es transitoria

  • El paciente tarda entre 3 y 6 meses en recuperarse

  • Se ha relacionado la caída del cabello como una secuela de la covid

Poco a poco se van conociendo secuelas del coronavirus, en unos casos severas y en otros más leves como la caída del cabello. Según la Almudena Nuño, dermatóloga del Hospital Universitario de La Paz, “Después de que el cuerpo ha tenido un desgaste se produce una caída de pelo excesiva que por suerte cesa ”.

Se llama efluvio telógeno, es una intensa y notable caída del cabello que es transitoria, el paciente tarda entre 3 y 6 meses en recuperarse por completo. Un problema que llena las consultas dermatológicas. Una huella más del coronavirus, hasta ahora desconocida, que empieza a evidenciarse entre los primeros contagiados.

El confinamiento también podría estar dejando secuelas capilares

El confinamiento que ha vivido la población durante este periodo podría estar dejando secuelas en el cabello de la población, según explica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral, se ha visto un incremento en las consultas relacionadas con efluvio telógeno agudo, una alteración caracterizada por una pérdida muy acelerada de cabello, en la que el estrés y la ansiedad son factores de riesgo.

Aunque con la primavera siempre hay un aumento de la caída del cabello, "sin embargo, este año estamos viendo casos en los que el cabello sigue sin recuperar el grosor y la densidad producida por ese proceso. Son casos de efluvio telógeno agudo, caracterizado por una pérdida muy acelerada de cabello asociada a algún evento ocurrido aproximadamente 3 meses antes del diagnóstico, es decir, coincidiendo con el confinamiento", señala.

Lo habitual es que se pierdan unos 100 cabellos de forma diaria, sin embargo en el efluvio telógeno agudo el número de cabellos perdidos se puede llegar a triplicar. Además, la recuperación de estos cabellos es más lenta, pudiendo ser de hasta 3 meses. Entre las principales causas de esta patología están: infecciones, fiebre, gripe, cambios bruscos en la alimentación (dietas muy restrictivas o muy calóricas), postparto y, por supuesto, el estrés.

Además, de que el miedo al contagio por la COVID19 ha hecho que los pacientes dejen de acudir al dermatólogo para tener un diagnóstico o seguir un tratamiento ya iniciado. "Muchos pacientes, en tratamiento capilar han dejado de acudir al especialista durante el confinamiento por miedo al contagio", incide el experto.

Por otro lado, se han incrementado las consultas por alopecias areatas (pérdida de cabello en placas). Este tipo de alopecia, cuyo origen se cree que está en un proceso autoinmune por el cual el propio cuerpo ataca al folículo piloso, aparece o se agrava en periodos de estrés. "Sin embargo, diagnosticadas a tiempo, no se produce una destrucción del folículo piloso, por lo que el cabello perdido se puede volver al recuperar con el tratamiento adecuado", añade Sánchez Viera.

Por este motivo, el director de IDEI aconseja que los pacientes deben recuperar sus revisiones dermatológicas, ya que de no hacerlo pueden empeorar o desarrollarse nuevas enfermedades, que con un diagnóstico y tratamiento precoz pueden solucionarse en la gran mayoría de los casos.

"El agravamiento lo hemos visto también en casos de cáncer de piel, que han avanzado durante el confinamiento, cuyos pacientes han tenido que ser sometidos a cirugías más invasivas para conseguir eliminarlos", concluye el dermatólogo.