ASMR, la revolución sensorial que genera miles de vídeos que provocan placer

  • Los videos ASMR generan placer en quienes los consumen a través del sonido, la imagen o una combinación de ambos: descubre la revolución de los sentidos

  • Te hacen sentir una placentera sensación de hormigueo de la nuca pasando por la columna

Se trata de un fenómeno de moda del que puede que no hayas oído hablar, que hace ganar miles de euros a sus creadores, aunque sea a base susurros. Los vídeos ASMR ('Autonomous Sensory Meridian Response’) provocan una respuesta placentera casi en cualquiera que los descubra. Y es que su éxito reside precisamente en generar un fenómeno biológico que provoca placer al escuchar y/o ver determinados contenidos.

Nuestro cerebro no engaña y puede hasta curar: quienes experimentan este efecto en su forma más plena aseguran sentir una especie de hormigueo en la zona de la nuca, que puede llegar a bajar por la columna vertebral. Existen cientos de videos de este tipo en Internet con los que probar a experimentar estas sensaciones. ¿Qué es ASMR y en qué se basan sus efectos?

¿Qué es ASMR y qué sensaciones provocan estos vídeos?

El término ASMR hace referencia a esa sensación de hormigueo, aunque sirve también para calificar genéricamente todo el contenido que circula por la red con la intención de provocar este tipo de sensación. La meta es alcanzar esa experiencia subjetiva que puede calificarse como de "euforia de bajo grado”, según su definición.

Lo habitual es que la desencadenen sonidos o la combinación de éstos con imágenes: voces susurrantes, una mano adentrándose en una masa blanda, el crujido de un alimento al ser mordido... Hay tantos contenidos ASMR como gustos y, de hecho, buceando en la red pueden encontrarse todo tipo de extremos alrededor de este concepto. Su existencia ha generado estudios médicos y psicológicos que intentan analizar qué desencadena estas sensaciones y por qué.

Este término comenzó a utilizarse a partir de octubre de 2007, a raíz de un foro de discusión sobre temas relacionados con la salud iniciado en una web llamada Steady Health. En este foro, un usuario registrado, de 21 años de edad, publicó un mensaje describiendo esta sensación y asegurando haberla venido experimentando desde su infancia a través de experiencias que consideraba aleatorias.

A día de hoy, este concepto se ha convertido en todo un fenómeno que genera miles de contenidos pensados por y para generar este tipo de sensaciones en sus consumidores. La fuente principal de contenidos ASMR suele ser el vídeo, ya sea intencionado o no intencionado. Los vídeos intencionados son creados por personas a las que se hace llamar ASMRtists ('artistas' del ASMR) con esa expresa intención.

¿Cómo funcionan los vídeos ASMR?

La sensación ASMR se origina normalmente utilizando vídeos donde se recogen estímulos detonantes. El concepto de detonante es clave para ello, y suele consistir en material auditivo y visual. Estos son algunos ejemplos:

  • Escuchar una voz suave o susurrante
  • Escuchar sonidos suaves y repetitivos que provienen de alguien que se dedica a una tarea (por ejemplo, pasar las páginas de un libro)
  • Observar atentamente a alguien que realiza una tarea
  • El sonido generado al masticar, crujir, sorber o morder alimentos, bebidas o chicles en voz alta
  • Recibir atención personal (por ejemplo, que nos corten el pelo, recibir un masaje...)
  • Iniciar el estímulo a través de la manipulación consciente sin la necesidad de activadores externos de vídeo o audio
  • Escuchar golpes, normalmente en superficies como plástico, madera, metal, etc.
  • Movimientos de la mano, especialmente en la cara

El caso del detonante por susurros es especialmente eficaz y ha sido estudiado por los psicólogos Nick Davis y Emma Barratt, quienes descubrieron que el susurro era un detonante eficaz para el 75 % de los 475 sujetos que participaron en un experimento para investigar la naturaleza de la ASMR. Otro ejemplo clave es el de los ruidos ambientales provocados por personas en su interacción sobre su entorno, no vocales. Por ejemplo, un crujido, el sonido provocado al cepillare el pelo, arrugar un papel, la escritura...