Sudarán las palmas de las manos (y todo el cuerpo) por exceso de ejercicio o de calor, pero si no hay razón para ello, los facultativos coinciden en que el exceso de sudor en las manos es un trastorno denominado hiperhidrosis palmar que se manifiesta por factores emocionales (nervios, miedo, estrés, ansiedad, pena, alegría…) o de manera espontánea. Se trata de una alteración, generalmente hereditaria, de las glándulas sudoríparas que se puede aliviar e incluso eliminar definitivamente.
Qué es la hiperhidrosis palmar
Desde el Hospital Universitario Puerta del Mar nos explican que la hiperhidrosis palmar es un trastorno que provoca una sudoración excesiva localizada en las manos y que puede suponer una limitación para la vida de la persona que la padece. Aunque existen bastantes interrogantes, puede estar relacionada con la respuesta a una sobreestimulación de las glándulas ecrinas provocada por diversos estímulos emocionales, aunque en ocasiones esta sudoración se produce de manera espontánea.
En cuanto a las soluciones, existen de diverso tipo y se aplicarán unas u otras dependiendo del grado de hiperhidrosis a tratar, desde los desodorantes y transpirantes, hasta la intervención quirúrgica.
Antitranspirantes
Los antitranspirantes actúan sobre las glándulas sudoríparas bloqueando la eliminación de sudor. Tienen más argumentos en contra que a favor, entre otros, que no tienen demasiada eficacia cuando se trata de un caso severo, que irritan la piel y que la acción dura muy poco tiempo, así que están prácticamente limitados a tratar los casos leves. En cuanto a los formatos, para manos se utilizan roll-on y en polvo, aunque otro recurso son las toallitas desodorantes y antitranspirantes.
Iontoforesis
Se trata de uno de los tratamientos más extendidos en la hiperhidrosis palmar y consiste en introducir iones de sustancias activas a través de la piel por medio de corrientes de baja intensidad. De este modo se consigue un reposo temporal de las glándulas sudoríparas, se reducen los conductos sudoríparos y con ello la sudoración. Estos dispositivos son de uso domiciliario, el problema que tienen es su elevado precio.
Medicamentos orales
Aunque pueden ayudar a tratar el exceso de sudoración, no se recomiendan por los efectos secundarios adversos que puede provocar su uso prolongado.
Inyecciones de bótox
Sólo pueden recomendarlas y realizarlas los facultativos. El procedimiento consiste en inyectar pequeñas cantidades de toxina botulínica para provocar el bloqueo temporal de las glándulas que producen la sudoración. Este tratamiento es de los más recomendados en caso de hiperhidrosis axilar, pero no en el caso de las manos por ser doloroso y porque puede provocar anomalías motoras.
Intervención quirúrgica
No es la técnica más habitual, pero elimina la hiperhidrosis de manera permanente y eficaz, aunque también puede conllevar complicaciones. Será el facultativo quien valore en cada caso si es necesario intervenir quirúrgicamente.