Causas de la dermatitis atópica: qué ocasiona este trastorno

  • La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel de carácter crónico: conoce sus causas

Las pieles atópicas suponen todo un reto para quienes presentan esta condición y obliga a quienes la padecen a mantener más cuidados que en el caso de una piel normal. Quienes sufren dermatitis atópica se caracterizan por experimentar irritaciones y picores, además de una gran sequedad. La mascarilla de los últimos tiempos no ayuda. Esta condición suele aparecer en la infancia y tiene carácter crónico, siendo una dolencia cada vez más frecuente y una de los principales motivos de consulta al dermatólogo. ¿Qué es y cuales son las causas de la dermatitis atópica?

¿Qué es y cuáles son las causas de la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una dolencia de la piel cada vez más frecuente. De hecho, en los útimos 30 años, el número de casos de este tipo se ha duplicado e incluso triplicado en los países occidentales, según los datos que comparte Bioderma. Se trata de una condición poco conocida y que obliga a quienes la sufren a mantener cuidados constantes en su piel, aunque si se es cuidadoso y constante es posible reducir sus efectos de forma bastante efectiva.

Técnicamente se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por una xerosis cutánea extrema y por manchas rojas, con frecuencia cubiertas de pequeñas vesículas que causan un picor severo. No es una enfermedad contagiosa, aunque sí crónica y con cierto componente hereditario. Su evolución se produce por brotes de eczema, generándose fases en las que la persona afectada puede pasarlo mal a causa de picores y secuelas en la piel. Es más, esta enfermedad puede ir unida a otras como el asma, la rinitis o la conjuntivitis alérgica. Las pieles atópicas son también más susceptibles ante infecciones bacterianas o herpes.

En cuanto a las causas de la dermatitis atópica, ésta se desarrolla a partir de condiciones genéticas favorables: existen estudios que demuestran que, cuando uno de los progenitores tiene la piel atópica, la probabilidad e que su hijo tenga el mismo problema cutáneo es del 30 por ciento, y este porcentaje asciende al 70 por ciento cuando ambos padres presentan esta condición.

Además, también se relaciona la piel atópica con el sistema inmunológico descontrolado, que funcione de forma exagerada y provoque por ello inflamaciones cutáneas. Si la piel es permeable (y ello ocurre cuando está seca), permitirá con más facilidad la entrada de alérgenos como caros, pólenes, etc., así como bacterias. Se producirán entonces reacciones inflamatorias. Algo similar ocurre al aplicar químicos a la piel, o en caso de calor, excesiva transpiración, humedad, cambios de clima... En definitiva, cualquier factor que ayude a la piel a irritarse.

Dado que la sequedad de la piel tiene mucho que ver con este tipo de inflamaciones, es importante mantener una buena hidratación, usando cremas adecuadas a esta condición. Al tratarse de una enfermedad que aparece en la infancia, lo normal es que el niño se acostumbre a mantener ciertos cuidados para evitar o reducir el efecto de estos incómodos episodios. Por último, cabe recordar que el estrés emocional también puede provocar brotes incómodos en quienes sufren dermatitis atópica.