Uno de los científicos que asesoró al Gobierno en la desescalada atribuye la situación actual a la falta de rastreadores

  • El científico ha explicado que España no va a volver a los niveles de marzo

  • Afirma que la forma de vida de los españoles ha propiciado la transmisión

  • Declara que "está fallando un poco todo", pero destaca la falta de rastreo

Uno de los científicos que asesoró al Gobierno, Miguel Hernán, es Catedrático de Epidemiología de la Universidad de Harvard y miembro del famoso comité científico de la desescalada. Acaba de regresar a Boston después de varios meses en España como miembro de dicho grupo contra el coronavirus.

El catedrático intenta explicar qué ha fallado en España para que el país registre unas cifras de contagios superiores a las del resto de naciones europeas y comenta la evolución del virus en el territorio.

El Ministerio de Sanidad ha publicado la actualización de las cifras de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos por coronavirus en España y los datos muestran un nuevo aumento preocupante de los contagios. Sanidad suma 8.115 nuevos contagiados. Sin embargo, de estos casos, 2.731 corresponden a los registrados en las últimas 24 horas, lo que coloca la cifra total de contagios en 470.973.

"No hace falta ser epidemiólogo para ver que esto es mucho. Es más que otros países de nuestro entorno y empezamos a ver que los hospitales vuelven a transformarse para poder hacerse cargo de ese número de casos", se lamenta Hernán.

Hernán ha explicado que no sabe la razón concreta por la que tenemos un mayor número de contagios, afima que todas las epidemias tienen variaciones y nunca se llega a entender por qué, pero sí confirma que la forma de vida de los españoles es una de las razones que ha propiciado la transmisión: "Quizás ha existido menor capacidad de organización de la respuesta por otros sitios y que nuestra cultura no juega a nuestro favor. Hay mucho contacto físico, hay mucha espontaneidad en las relaciones, muchas veces se habla alto y cerca... Todo esto evidentemente no es útil para parar la transmisión".

Para Hernán, el principal fallo que está viendo tiene que ver con la capacidad de rastreo ya que no alcanza los niveles mínimos que se recomiendan: "La gestión de la pandemia y la construcción de capacidades estratégicas que necesitábamos para tener un mejor control del virus no se ha dado a la velocidad a la que se tendrían que dar. Está fallando un poco todo, pero si me tuviera que centrar en algo sería en la capacidad de rastreo, que en muchas CCAA está muy lejos de los niveles mínimos que se recomiendan".

Aunque los datos no son buenos, el científico ha explicado que España no va a volver a los niveles de marzo, cuando el país tuvo que ser confinado para evitar el colapso del sistema sanitario: "Nunca vamos a llegar a una situación tan catastrófica como la de marzo en ciertas partes de España, pero eso no quiere decir que se pueda llegar a una situación muy seria".

El experto afirma que la población ha pasado por fases que deberían hacer entender lo que está pasando en el momento actual y se sorprende de haber llegado de nuevo a estos niveles: "Es sorprendente que estemos en esta situación porque todos hemos tenido esta experiencia de la epidemia y hemos pasado por fase que nos deberían hacer entender lo que está pasando. Cuando dijimos que el virus había venido para quedarse era más difícil entenderlo, pero es sorprendente".

Del mismo modo, advierte a la sociedad sobre la permanencia del virus entre nosotros: "Hay que entender que este virus vino y no se va a ir. Si hacemos una fase de confinamiento dura el número de infectados va a bajar mucho y cuando se abre la sociedad va a haber más casos, pero el virus siempre va a estar ahí. Se trata de encontrar un equilibrio. Con eso tenemos que vivir durante los próximos meses".

Hernán fue uno de los primeros expertos en avisar de que el virus iba a durar más de un año. El científico mantiene su previsión y pone el foco en la rapidez con la que se están desarrollando las vacunas para poder acabar con el coronavirus.

"El ritmo de investigación de las vacunas ha sido más rápido de lo que esperábamos muchos. Puede que en vez de llegar en 2022 lleguen en 2021. Si se tuvieran unas vacunas efectivas a gran escala antes del verano que viene podrían mejorar las cosas, porque si no otro año no nos lo quita nadie", sentencia el científico en la Cadena Ser.