Una empresa pronostica cómo será el empleado del teletrabajo del futuro

  • Una empresa británica crea a Susan, la ‘teletrabajadora’ del futuro

  • Fatiga visual, mala postura u obesidad, algunas de sus características

  • Hacer deporte, mantener las relaciones y hallar un equilibrio, clave

Con la pandemia del coronavirus para muchos llegó el teletrabajo. Muchas son las ventajas de este sistema de trabajo que se ha implantado a marchas forzadas por la expansión del virus pero también son muchas las consecuencias negativas que puede llegar a generar.

Una empresa de empleo británica ha creado un experimento para demostrar cómo será el trabajador del futuro y alertas sobre las consecuencias de no llevar una rutina adecuada.

Para ello, DirectlyApply ha creado, en colaboración con psicólogos clínicos y expertos en ‘fitness’, a Susan, la que puede llegar a ser la teletrabajadora del futuro.

El objetivo de esta empresa era crear un modelo que “determinara los efectos que el trabajo remoto tiene en nuestra salud tanto física como mental”, tal y como señalan medios como Fox News.

Así, se ha determinado que, como consecuencia del uso prolongado del ordenador y la vida sedentaria, se puede sufrir fatiga visual, mala postura, hematomas, síndrome del cuello de texto u obesidad, entre otras.

Además, alertan de que la falta de vitamina D provocaría problemas de piel y pérdida de cabello y la falta de comunicación llevaría a experimentar un aumento considerable del estrés.

Qué hacer para que el teletrabajo no sea un problema

Para evitar todo ello, los expertos recomiendan mantener una rutina constante, no perder el contacto con compañeros y amigos, hacer deporte y hallar un equilibrio entre trabajo y descanso.

Además, es necesario cambiar la mentalidad, tomar la iniciativa o borrar distracciones innecesarias.

El teletrabajo alarga, de media, dos horas la jornada laboral

Y es que el teletrabajo se ha demostrado no ser tan idílico como se creía. Según algunos estudios recientes, en países como España, Francia o Reino Unido, los trabajadores habrían añadido dos horas más de media a la jornada laboral por el hecho de estar trabajando en remoto.

Uno de los mayores problemas que plantea el teletrabajo es que es muy complicado establecer una frontera entre la vida privada y laboral, lo que provoca largas jornadas de trabajo.

El pico de actividad de los correos electrónicos se ha retrasado a las 9:00 horas, una hora más tarde de lo habitual porque son muchas las personas que no tienen que invertir tiempo en ir hasta su puesto de trabajo.

Pero las conexiones nocturnas también se han incrementado y, desde que comenzó la pandemia, se han visto picos de trabajo desde medianoche hasta las 3 de la mañana.

Crece el rechazo al teletrabajo

Un informe elaborado por Actiu revela el cambio de tendencia actual respecto al teletrabajo.

Si antes de comenzar la pandemia eran muchos los que soñaban con el trabajo remoto, tras meses encerrados en casa se ha invertido la tendencia. Ahora, el 73% de los empleados prefiere volver a la oficina, aunque no todos los días de la semana.

Las razones para no querer seguir teletrabajando son variadas pero destacan la falta de una mayor relación con los compañeros, el tener un espacio y un mobiliario adecuado, los problemas tecnológicos y de conexión y la acumulación de cansancio y falta de concentración en el caso de tener hijos en casa.