Los riesgos de rebrotes en encuentros familiares disparan las alarmas: se pueden planificar para evitarlos

  • Las medidas de precaución para las reuniones familiares son vitales para evitar rebrotes como el de Ordizia

Los encuentros familiares, tan necesarios tras meses de confinamientos, los reencuentros con amigos, las ganas de abrazar y de besar se han convertido en un elemento de alto riesgo en los nuevos brotes que se suceden en España. El Ministerio ya dejó claras las medidas de prevención cada vez que salgamos de casa e Informativos Telecinco elaboró una precisa guía con expertos para tener la seguridad de que no nos vamos a contagiar.

Ordizia es un claro ejemplo de ello y demuestra cómo un encuentro familiar en un bar puede diseminar la Covid y ha puesto en alerta a las autoridades. Movilidad y relajación en las medidas de seguridad –distanciamiento social y uso de mascarillas- siguen siendo un peligroso cóctel en la actual situación sanitaria. Por el momento se desconoce el alcance total de un brote que deja 35 contagios diseminados.

Los expertos dejan claro que las reuniones familiares es mejor hacerlas al aire libre no en lugares cerrados. Es decir, mejor terraza que restaurante y nada de abrazos y besos aunque nos cueste siempre que a la reunión se sume alguien que no esté en nuestro círculo familiar más cercano y con el que no hayamos convivido el tiempo necesario para saber que no hay posibilidad de contagio. No es lo mismo que tengan lugar en una casa con jardín o terraza amplia, que en un piso. En este último caso, los riesgos se elevan exponencialmente.

Jesús Molina Cabrillana, médico de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), explica al respecto, en el portal Consumer, que es recomendable que los grupos vulnerables usen mascarillas higiénicas para protegerse y que se limite el número de personas y el tiempo de este tipo de reuniones. “Nada de sobremesas largas. Si antes estábamos cuatro horas, ahora con dos valdría". Es decir, hay que tomarse las cosas con calma.

En estos encuentros sociales con amigos, familiares y vecinos no pueden participar “personas que presenten síntomas, estén en aislamiento domiciliario o cuarentena por un diagnóstico por COVID-19 o ser contacto estrecho. Es importante tenerlo en cuenta y tener responsabilidad. Como destaca el alcalde de Lleida, hay gente ya que no respeta la cuarenta. Y esta falta de precaución pone en riesgo tanto a familiares en este tipo de reuniones como también a los vecinos. Los expertos dejan claro que ahora tenemos que ser más precavidos que nunca. Si tengo síntomas de que no me encuentro bien, mejor no acudir a este tipo de eventis. Antes por un catarro igual íbamos, pero ahora tenemos que estar más alerta. Ponemos en riesgo a nuestros seres queridos y al resto.

Antes de organizar la reunión familiar los expertos aconsejan una serie de pautas como llamar por teléfono para consultar si al final es posible el encuentro. Se acabó lo de llegar sin avisar. Un síntoma de enfermedad, por pequeño que sea, en los anfitriones debe ser tomado en consideración para cancelar la cita en esa casa.

Nos podemos también tomar la temperatura, como se hace a la entrada de centros de trabajo, colegios, comercios… para descartar fiebre.

No debemos olvidar lo básico. Llevar siempre en la calle mascarilla en la cara, como obligan las autoridades, y gel hidroalcohólico en el bolso o bolsillo, por si fuera necesario utilizarlo. Estas precauciones deben extremarse si para acudir a la cita debemos tomar el transporte público. A la hora de llegar al edificio, siempre es mejor usar las escaleras, en vez del ascensor, e intenta no tocar superficies. El coronavirus puede esconderse en sitios insospechados y aún no está claro el impacto de las superficies en los contagios.

Debemos incorporar en nuestra vida diaria y en cualquier encuentro algunas pautas comunes que nos va a acompañar mucho tiempo. Es vital el lavado frecuente de manos con agua y jabón o gel antiséptico, toser y estornudar en la flexión del codo, no tocarse los ojos, la nariz y la boca y usar pañuelos desechables para tirarlos tras utilizarlos y, seguidamente, lavarse las manos.

A la hora de hacer la comida hay que tener en cuenta lavarse las manos antes, durante y después de la manipulación de alimentos y lñimpiar muy bien las superficies usadas. Hay que cocinar completamente los alimentos y separar los crudos de los cocinados. Las frutas y verduras deben lavarse y si se van a comer crudas desinfectarlas. Para ello deben sumergirse durante cinco minutos en agua potable con una cucharadita de postre de lejía (4,5 ml) por cada 3 litros de agua. Después se aclararán con abundante agua corriente. La lejía debe estar etiquetada como “apta para la desinfección de agua de bebida”.

Todos los utensilios que se empleen (vajillas, mantelería, cristalería…) deben guardarse limpios en armarios, no en lugares descubiertos. Y cuando volvamos a casa intentar quitarnos la ropa y lavarla a temperatura caliente. Con estas pautas, las reuniones familiares serán un riesgo menor.