¿Cómo detectar que mantengo una relación tóxica?

  • Existen determinados signos que se asocian de forma directa con una relación tóxica

  • Salir de este tipo de relaciones puede ser difícil y es conveniente apoyarse en la ayuda de un psicólogo

  • Muchas veces terminar una relación tóxica requiere un trabajo posterior de reconstrucción de la autoestima

Vivir una relación tóxica es algo mucho más frecuente de lo que pensamos, en parte porque muchas veces no somos conscientes de ello o porque naturalizamos ciertos comportamientos que no deben tolerarse en ninguna relación humana. Por eso es importante conocer de antemano los signos más comunes de una relación tóxica, para que, llegado el momento, seamos capaces de identificarlos y de comprobar si nuestras sospechas tienen una base fundada. En cualquier caso, es importante buscar la ayuda de un profesional: los casos de abuso psicológico y/o físico suelen requerir el apoyo de un psicólogo que ayude a identificar la naturaleza de la relación y a mejorar la autoestima para evitar que vuelva a ocurrir. ¿Cuándo se considera que una relación es tóxica?

¿Cuándo se considera que una relación es tóxica?

Las relaciones tóxicas pueden darse en muchos contextos y no exclusivamente en el ámbito de la pareja. Puede que tu relación con tus padres o con tu jefe cumpla con estas características y que debas hacer lo posible por tomar distancia, aunque no siempre es posible hacerlo. En cualquier caso, saber a qué te enfrentas te ayudará a dotarte de herramientas, bien para romper con la persona que te esté dañando, bien para encajar mejor su comportamiento y lograr que te afecte lo mínimo posible.

Estos son algunos signos de que vives una relación de pareja tóxica:

  • No puedes ser tú misma. Si sientes que no puedes actuar con naturalidad; que tu forma de ser es censurada constantemente; que necesitas medir cada paso y movimiento que das, por insignificante que sea, para no despertar los reproches de tu pareja... sin duda estás ante un signo claro de toxicidad. Las personas que te rodean deben servir como apoyo para tu crecimiento personal, no hacerte sentir culpable por ser como eres.
  • Sensación de control. No solo se trata solo de querer conocer todos tus movimientos, espiar tu móvil, pedirte la clave de tu email... Todos ellos son claros signos de una relación tóxica, pero a veces el control puede ejercerse de forma mucho más sutil, con idéntico resultado: un sentimiento de inquisición constante que acaba partiendo de ti misma y que puede llevarte a replantearte tus propios pensamientos y a sentir culpa por cosas o situaciones que no existen.
  • Faltas de respeto. Es normal que surjan conflictos y discusiones en una relación, pero la forma de abordarlos debe incluir siempre como ingrediente imprescindible el respeto. Insultos, gritos, desprecios, desplantes, romper contigo para luego volver, negarte la palabra durante horas o días... son claros signos de toxicidad. Por supuesto, también lo son los golpes contra objetos, coartar tu libertad de movimiento, las actitudes amenazantes o las agresiones físicas.
  • Aislamiento social. Es común que, en una relación tóxica, tu pareja intente aislarte de forma sutil (y, a veces, no tan sutil) de las personas que son importantes para ti, ya sea tu familia, tus amigos, una ex pareja con la que mantengas una buena relación... Si notas que tu pareja tiene problemas con cada vez más personas de tu círculo o que aparecen discusiones cada vez que pasas tiempo con otras personas, estarás ante un signo claro de toxicidad.
  • Celos. Es frecuente que en una relación tóxica aparezcan los celos, en el peor sentido de la palabra. Una pareja tóxica querrá controlar tus movimientos, las personas con la que mantienes contacto... y también tu propio pensamiento. Todo con el fin de asegurarse de que no haya nadie más en él. Intentará ponerte entre las cuerdas para desvelar supuestas infidelidades o deseos de tu parte, y podrá hacerte dudar sobre tus propios pensamientos.
  • Sentimiento de vergüenza. Si no te atreves a contar las discusiones que tienes con tu pareja a tu círculo de confianza, es probable que se deba a que te avergüenzas de lo que ocurre y a que sepas que las personas que te quieren no lo van a comprender. Cuando proteges los secretos de tu relación para evitar una condena hacia esa persona, es probable que se deba a que sabes que, en realidad, se trata de una relación tóxica.

Por último, recuerda que una relación tóxica es cosa de dos: por supuesto, tu pareja es responsable de su comportamiento, pero está en tu mano tomar la decisión de dejar atrás este vínculo y potenciar relaciones más sanas en el futuro. Aunque pueda resultar difícil, es posible romper este tipo de lazos, y es necesario explorar cuáles son los motivos que te han llevado a involucrarte de ese modo con una persona así. Muchas veces terminar una relación tóxica requiere un trabajo posterior de reconstrucción de la autoestima y fomento el amor propio. Se trata de la mejor manera de aprender a elegir con mayor consciencia a las personas que deben entrar en nuestras vidas, así como de dejar de atraer a perfiles de persona que puedan hacernos daño.