Deporte y calor: cuáles son las recomendaciones a seguir

  • Hacer deporte durante el verano entraña un riesgo extra debido a las altas temperaturas, por lo que es aconsejable tomar precauciones

  • Se recomienda evitar las horas centrales del día y cuidar al extremo nuestra hidratación para evitar golpes de calor

  • Algunos deportes funcionan mejor durante el verano: actividades acuáticas, senderismo… nos llevan hacia lugares frescos y naturales

Hacer deporte es bueno durante todo el año pero, durante el verano, es importante extremar la precaución y tener muy en cuenta que es necesario mantenernos hidratados y evitar sobreesfuerzos nocivos para nuestra salud. Y es que, como ocurre en cualquier otro ámbito de nuestra vida, los extremos no son buenos y, aunque en principio parece claro que mantenernos en forma siempre es buena idea, no debemos hacerlo a cualquier precio. Toma nota de estos consejos sobre deporte y calor para hacer ejercicio sin riesgos durante este verano.

Deporte y calor: consejos para hacer ejercicio con seguridad este verano

En realidad, hacer deporte en verano no debería suponer ningún problema si hacemos uso del sentido común y no forzamos nuestro organismo. Se trata de adaptarnos a las condiciones climatológicas de cada momento y, de la misma manera que durante el invierno hacemos deporte con ropa de abrigo o nos cuidamos para evitar cambios bruscos de temperatura que nos hagan enfermar, durante el verano toca hacer lo propio a todos los niveles. Toma nota de estos consejos para hacer deporte en días de calor:

  • Evita las horas centrales del día. El intervalo de tiempo entre las 12 del mediodía y alrededor de las cuatro de la tarde suele ser el más caluroso de la jornada, y también aquel en el que los rayos del sol inciden de manera más directa e intensa. Por estos motivos, es conveniente evitar estas horas cuando te dispongas a hacer deporte. Lo mejor es elegir la primera hora de la mañana o la última de la tarde, ya que el tiempo será más fresco, especialmente en las zonas de costa. Aprovecha para pasear, nadar, caminar, practicar yoga, probar con deportes de agua... pero dejando los deberes hechos antes de que se acerque el ecuador de la jornada, o bien dejándolo como tarea para cerrar el día con un broche perfecto y descansar con el cuerpo relajado.
  • Olvides la hidratación. Durante el verano sudamos más y nuestro organismo necesita más agua para cumplir con sus funciones sin poner en riesgo nuestra salud. Por eso es importante que bebas agua de manera constante y que aumentes tu ingesta con respecto al resto del año. Incluso aunque el cuerpo no te pida líquido y no tengas sensación de sed, añade esta rutina a tu día a día, sobre todo si haces deporte cada jornada y si practicas ejercicios exigentes. Además, recuerda que también puedes ingerir zumos, licuados, infusiones… así como frutas como la sandía, el melón... muy ricas en agua. Todo vale a la hora de mantener un nivel adecuado de hidratación en tu cuerpo, evitando en la medida de lo posible las bebidas azucaradas.
  • Utiliza protector solar. Está claro que durante el verano casi todos tenemos la costumbre de utilizar crema con protección solar cuando vamos a la playa o a la piscina, cuando hacemos una ruta de montaña durante varias horas… Pero a veces se nos olvida que es importante mantener esta protección durante todo el día, aunque vayamos simplemente de paseo durante media hora. El sol durante el verano es más peligroso y nuestra piel se encuentra, en general, mucho más expuesta, ya que utilizamos prendas más ligeras. Tenlo en cuenta y evitarás daños prematuros en tu piel. Además, ante la duda, utiliza un factor solar no inferior a 50 FPS.
  • Cambia tu rutina de deporte y no seas demasiado exigente. Terminados deportes pueden costarnos más durante los meses de calor, y tiene sentido: cuando nuestra práctica favorita implique un importante gasto de energía y un ritmo cardiaco acelerado, es posible que no podamos mantener el mismo nivel que durante el invierno. Tenlo en cuenta y reduce la intensidad de tus ejercicios para proteger tu salud. También puedes optar por deportes nuevos, como la natación, el piragüismo, el windsurf… en los que no te expondrás a temperaturas tan altas.
  • Utiliza la ropa y el calzado adecuados. Además, te ayudará utilizar ropa de deporte y calzado de calidad, que transpire y permita a tu cuerpo liberar el calor acumulado por el ejercicio. Lo contrario puede repercutir negativamente a tu práctica y llegar a poner en peligro tu salud, así como empeorar tu rendimiento. No olvides proteger tu cabeza con una gorra y tus ojos con unas gafas de calidad. Merece la pena invertir en ello.