Los expertos avisan: hay mayor riesgo de quemaduras en la piel tras el confinamiento

  • Hoy se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel

  • La detección precoz, lo más importantte en la mejor prevención

  • Evitar el sol de 12 a 16 horas, es más que nunca fundamental

El jefe del Servicio de Dermatología del hospital barcelonés del Vall d'Hebrón, Vicente García-Patos, advierte de que hay un mayor riesgo de quemaduras solares en la piel después de tres meses de confinamiento por coronavirus sin que la dermis se haya 'entrenado' para recibir el sol veraniego.

Con motivo de la celebración hoy del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, García-Patos ha recalcado que "la quemadura solar de hoy es el cáncer de piel y la arruga de mañana".

García-Patos ha recordado que lo más importante en la prevención del cáncer de piel es la detección precoz, por lo que ha recomendado consultar lo antes posible a un especialista cuando se detecte cualquier lunar o mancha en la piel.

Consejos tras los tres meses de confinamiento

"Hay que cuidar la piel más que nunca, después de tres meses de confinamiento no está entrenada en la exposición al sol y hay más riesgo de lesiones", ha advertido el especialista, que ha recordado que siempre es importante evitar el sol en verano entre las 12:00 y las 16:00 horas y que "en este año de pandemia de coronavirus resulta indispensable".

"De forma natural empezamos a entrenar la piel en primavera, cuando salimos a dar paseos, y brazos, cara y nuca nos broncean poco a poco minimizando el riesgo de quemaduras", explica García-Patos para resaltar que este año la población se ha saltado esta transición debido al confinamiento.

"La falta de exposición de la piel se combina con el ansia de aire libre, por eso estamos atendiendo más pacientes con quemaduras solares en nuestras consultas", ha revelado.

El dermatólogo ha recomendado para evitar quemaduras y prevenir el cáncer de piel exponerse gradualmente al sol para que la piel se acostumbre y vaya fabricado melanina, una protección natural que hace de paraguas de las células para evitar que la luz que incide de forma vertical le llegue al material genético del núcleo.

La aplicación generosa de fotoprotección media hora antes de tomar el sol y de factor 30 como mínimo, protegerse con un sombrero, gafas de sol o ropa en las zonas más sensibles, son otros de los consejos de García-Patos.