Día de la tuberculosis: esta enfermedad pulmonar ha matado en dos siglos más que la gripe, el cólera, la malaria y el VIH juntos

  • El 24 de marzo recuerda el descubrimiento de la bacteria de la enfermedad

  • La mayoría de la población tienen la bacteria de forma latente

  • La desnutrición aumenta el riesgo de tuberculosis

Una noche de 1842, cuando Edgar Allan Poe -inventor del relato policial, renovador del cuento de terror y autor del famoso poema El cuervo- cenaba con Virginia Clemm, prima y esposa del escritor, la mujer tuvo un repentino ataque de tos y hemoptisis. Poe comentó el suceso y escribió: "De repente se detuvo, se apretó la garganta y una ola de sangre carmesí corrió por su pecho ... La hizo aún más etérea". Virginia Clemm padecía tuberculosis y murió a consecuencia de la enfermedad el 30 de enero de 1847 a la edad de 24 años.

La revolución industrial, que comenzó en la Inglaterra del siglo XVIII, junto con la pobreza, la urbanización y la miseria, creó un ambiente óptimo para la propagación de la tuberculosis en Europa. A principios del siglo XIX, una de cada cuatro muertes era debida a la tuberculosis. En aquella época la enfermedad era sinónimo de muerte.

10 millones de enfermos de tuberculosis

Aunque en la actualidad la enfermedad es prevenible y tratable, la tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo y cada día acaba con más de 4000 personas y cerca de 28.000 son infectadas por el patógeno. El año 2020 cerró cuentas sumando otros 10 millones de personas enfermas de tuberculosis y cerca de un millón y medio de fallecidos a causa de la enfermedad.

La tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH

Dos mil millones con la bacteria latente

Las estimaciones apuntan que una cuarta parte de la población mundial, casi dos mil millones de personas, están infectadas con la bacteria responsable de causar la tuberculosis y de ellas, entre el 5 y el 15% desarrollaran la infección activa.

La mayor mortalidad acumulada en dos siglos

En estos momentos, la tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH y además contribuye considerablemente a la resistencia a los antimicrobianos. Las personas que están infectadas con el VIH tienen 18 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis activa. En los últimos dos siglos la enfermedad ha matado a más personas que la malaria, la viruela, la peste, el cólera, la gripe y el VIH juntos.

El descubrimiento de Robert Koch

La amenaza mundial que supone la enfermedad ha provocado que, el 24 de marzo de cada año, se celebre el Día Mundial de la Tuberculosis. Este evento anual conmemora la fecha en la que, en 1882, el microbiólogo alemán Robert Koch anunció el descubrimiento de Mycobacterium tuberculosis, la bacteria patógena que causa la tuberculosis.

Mycobacterium tuberculosis infecta principalmente los pulmones, aunque también puede extenderse a otros órganos y tejidos, incluidos los intestinos, el hígado, los ganglios linfáticos, la piel, el cerebro y los sistemas musculoesquelético y reproductivo. En realidad, las bacterias que originan la tuberculosis son conocidas como complejo Mycobacterium tuberculosis. La enfermedad recibe este nombre por las lesiones nodulares, denominadas tubérculos, que son observadas en los pulmones de los afectados.

Todos los grupos de edad están en riesgo de contraer tuberculosis, pero más del 95% de los casos y muertes acontecen en países en desarrollo.

El Día Mundial de la Tuberculosis es un día para educar al público sobre el impacto de la enfermedad en todo el mundo. El lema escogido este año es “Invirtamos en poner fin a la tuberculosis, salvemos vidas”. Todos los grupos de edad están en riesgo de contraer tuberculosis, pero más del 95% de los casos y muertes acontecen en países en desarrollo.

Mayor riesgo por desnutrición

Las personas con desnutrición tienen 3 veces más riesgo de desarrollar tuberculosis activa. A nivel mundial, en el año 2020, hubo casi 2 millones de nuevos casos de tuberculosis atribuibles a la desnutrición. El consumo de alcohol y el tabaquismo aumentan el riesgo de desarrollar tuberculosis en un factor de 3,3 y 1,6, respectivamente.

El foco en la pandemia oscurece los casos

Algunos datos apuntan a que, en los últimos dos años, los esfuerzos centrados en combatir la pandemia de covid-19 han provocado un infradiagnóstico de la tuberculosis, lo que ha llevado a un aumento de la mortalidad por esta enfermedad. En el caso de España, en el año 2021 hubo una caída del 23,9% en las notificaciones de casos tuberculosis respecto a los dos años anteriores de pandemia.

Aumento por cepas resistentes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) augura un aumento del 5% en los casos de tuberculosis para los próximos años, motivada entre otros factores, por la aparición de cepas de tuberculosis multirresistentes y extremadamente resistentes a los medicamentos. La tuberculosis resistente a múltiples fármacos (MDR-TB) es una forma de tuberculosis causada por bacterias que no responden a la isoniazida y la rifampicina, los dos fármacos antituberculosos de primera línea más eficaces.

La biofarmacéutica española Biofabri y la india Bharat Biotech anunciaron un acuerdo para desarrollar, fabricar y distribuir la nueva vacuna MTBVAC

Fuerte impacto en Asia y África

La tuberculosis se presenta en todas partes del mundo, pero en el año 2020, el mayor número de casos nuevos se produjo en Asia Sudoriental, con el 43 % de los casos nuevos, seguida de África subsahariana, con el 25 % de los casos nuevos, y el Pacífico Occidental con el 18 %. La dinámica sigue siendo similar.

A principios de marzo de 2022, la biofarmacéutica española Biofabri y la india Bharat Biotech anunciaron un acuerdo para desarrollar, fabricar y distribuir la nueva vacuna MTBVAC contra la tuberculosis en más de 70 países del sudeste asiático y del África subsahariana.

La vacunación es fundamental

La vacunación sigue siendo una estrategia fundamental para combatir la tuberculosis. El 18 de julio de 1921, fue introducida la vacuna BCG (bacilo de Calmette-Guérin). Esta vacuna brinda protección moderada contra formas graves de tuberculosis en bebés y niños pequeños y ha desempeñado un papel vital para salvar muchas vidas y prevenir formatos agudos de la enfermedad. Sin embargo, no es suficiente.

En la actualidad, son necesarios al menos 13.000 millones de euros anuales para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención de la tuberculosis, a fin de lograr los objetivos mundiales acordados en Naciones Unidas, que no son otros que poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis, reduciendo el número de muertes en un 95% y la tasa de incidencia en un 90% en el año 2035. Por desgracia, todavía nos queda mucho camino por recorrer.