EEUU rectifica y restringe el uso de un tratamiento para el alzhéimer tras cosechar una oleada de críticas

  • Solo se administrará a las personas que han sufrido un deterioro cognitivo leve

  • La FDA consideró que el Aduhelm era un "significativo avance terapéutico"

  • La comunidad científica ha cuestionado la efectividad del nuevo fármaco

Poco más de un mes después de aprobar el primer fármaco para luchar específicamente contra el alzhéimer en dos décadas, Estados Unidos ha decidido restringir el uso del Aduhelm, que ahora solo se administrará a las personas que han sufrido un deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad, tras la oleada de críticas lanzada por la comunidad científica, lanzando la efectividad del nuevo medicamento.

El cambio lo anunciaron en las últimas horas en un comunicado las farmacéuticas Biogen y Eisai, que indicaron que su objetivo es "clarificar" qué tipo de pacientes se verán más beneficiados, según informa 'Diario de Sevilla'.

La nueva etiqueta del medicamento dejará claro que la administración del Aduhelm es apropiada para personas que han sufrido un deterioro cognitivo leve debido al alzhéimer y están en las primeras fases de la enfermedad, pero no se ha probado su eficacia en pacientes con síntomas más graves. Eso supone un gran cambio con respecto a las primeras recomendaciones, que establecían que Aduhelm podía tratar la enfermedad del alzhéimer en general.

Hace un mes, la FDA decidió aprobar el uso de ese fármaco al considerar que proporciona un "significativo avance terapéutico" en comparación con otros tratamientos para el alzhéimer, una enfermedad que en Estados Unidos afecta a 6,2 millones de personas y a 44 millones en todo el mundo.

Tras su aprobación, parte de la comunidad científica comenzó a criticar la decisión porque no se ha probado que este medicamento revierta o ralentice significativamente la enfermedad.

La FDA sí cree que podría ayudar a detener la enfermedad porque reduce las placas beta amiloide, que son un signo del alzhéimer, pero varios científicos cuestionan que la reducción de esas placas tenga un impacto directo en la enfermedad. De hecho, tres de los asesores externos de la FDA que revisaron la eficacia del fármaco renunciaron a sus puestos después de que fuera aprobado.