Dar negativo en un test de anticuerpos no significa que no seas inmune

  • La inmunidad frente a la covid-19 es "probablemente más alta" de lo que se cree

  • ¿Puede una persona sin anticuerpos ser inmune? Las celulas T tienen la clave

¿Tenemos inmunidad ante el coronavirus? ¿Cuánto dura? ¿HJay gente que la tiene innata? ¿Es posible tenerla aunque los test digan que tenemos anticerpos? El estudio de serología del Gobierno fue un jarro de agua fría aunque no se esperaban datos muy distintos. Solo el 5% de la población tenía anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Pero los estudios se suceden y el enigma de la inmunidad del coronavirus sigue vivo. Un estudio del Hospital Mount Sinai de Nueva York, pendiente aún de una última revisión por la comunidad científica, concluía que la gran mayoría de los casos leves de COVID-19 generaba durante un tiempo anticuerpos. Esto permitiría a estos pacientes hacer vida normal a las personas que han pasado la enfermedad sin miedo al contagio. Ahora se sabe que el 20% de los hospitalizados por Covid-19, con su PCR positivo, no tiene anticuerpos que neutralicen el virus, sí han generado inmunidad. Pero de otro tipo, a través de los linfocitos.

Porque hablamos de una inmunidad provocada por los anticuerpos, que se encargan de o bien neutralizar directamente al virus o bien balizarlo para que otras partes del sistema inmune se encarguen de eliminarlo. O también tenemos los linfocitos T; es decir, la respuesta celular. Este grupo de células inmunitarias tienen receptores en su exterior por lo que tienen capacidad propia para detectar al virus una vez que vuelve y pueden acabar con las células infectadas (los linfocitos citotóxicos o CD8+) o desencadenar respuestas inmunes coordinadas (los linfocitos cooperadores o CD4+).

Es lo que están investigando en uno de los proyectos que lleva a cabo el consorcio de IrsiCaixa (Can Ruti), el CReSA, Grifols y el supercomputador MareNostrum (BSC). El Instituto Karolinska ya ha dado a conocer un avance de sus resultados provisionales en esta misma línea de investigación y ven que la respuesta inmunitaria a través de células T es el doble que la que dan los test de anticuerpos entre las personas positivas asintomáticas o con pocos síntomas. Así que la protección de la población, a pesar de que los test de serológicos hayan dado unos resultados muy bajos, podría ser muy superior. Quizás el doble de lo que se pensaba.

Si esto no era complicado la historia sigue. Muchos ciudadanos del planeta, sin haber estado nunca en contacto con este coronavirus nuevo, se cree que han de­sarrollado una sensibilización previa eficaz contra el coronavirus, gracias a antígenos comunes de este SARS-CoV-2 con otros virus del resfriado común. Y los hay que pueden tener una inmunidad innata.

Así que la inmunidad frente a la covid-19 es "probablemente más alta" de lo que se cree, pues muchas personas que han pasado asintomáticas o de forma leve la enfermedad la tienen, aunque no hayan dado positivo en las pruebas de anticuerpos, según un estudio de Instituto y la Universidad Karlolinska (Suecia). El estudio ha sido publicado en el repositorio de artículos bioRxiv, lo que significa que aún no ha sido sometido a una revisión de sus resultados por parte de otros investigadores, previa a su publicación en una revista científica..

Los científicos han mapeado la respuesta de las células T durante y después de una infección por SARS-Cov-2 y los resultados indican que "aproximadamente el doble de personas ha desarrollado inmunidad de células T, en comparación con aquellos en los que podemos detectar anticuerpos", explica uno de los autores, Marcus Buggert. Los investigadores hicieron análisis inmunológicos de muestras de más de 200 personas, entre ellas asintomáticas o con enfermedad leve, así como sus familiares, además de donantes de sangre sanos que sirvieron como grupo de control.

Una observación "interesante", según Soo Aleman, otra de las autoras, es que no solo las personas diagnosticadas de covid-19 mostraron inmunidad de células T, sino también muchos de sus familiares asintomáticos expuestos. Además, "aproximadamente el 30 %" de los donantes que habían dado sangre en mayo pasado tenía células T específicas de covid-19, una cifra que -destaca- es "mucho más alta de lo que han mostrado las pruebas de anticuerpos anteriores". Los pacientes con covid-19 grave con frecuencia desarrollaron una fuerte respuesta con células T y de anticuerpos, indica el estudio.

En el caso de los leves o asintomáticos "no siempre fue posible detectar un respuesta de anticuerpos, pero, a pesar de ello, muchos mostraron una marcada respuesta de células T".

Buggert explica que hay que realizar más estudios, tanto de células T, como de anticuerpos, para saber cuánto dura la inmunidad y cómo se relacionan estos diferentes componentes de la inmunidad ante la enfermedad. Los análisis de células T son más complicados de realizar que las pruebas de anticuerpos y solo se realizan en laboratorios especializados, recuerda el comunicado.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado hoy que el hecho de que los anticuerpos de COVI-19 circulantes decaigan en unos meses no implica que la inmunidad se haya perdido. En rueda de prensa, Simón se ha referido así a los estudios que advierten del descenso o desaparición de los anticuerpos IGG transcurridos unos meses después de haberlos desarrollado por haber pasado la enfermedad. Ha recalcado que no se pierde la inmunidad porque existen células de memoria que pueden volver a activar esos anticuerpos y, a modo de ejemplo, ha citado los del sarampión.

Así, ha explicado que la mayoría de la población tiene "inmunidad de memoria" que puede generar de nuevo los anticuerpos contra esa enfermedad. En cualquier caso, ha pedido esperar a que haya más estudios sobre los anticuerpos, más concretos y sobre mayor población, para poder valorarlos en profundidad.

Simón ha señalado que ocurre lo mismo con los casos que indican que los asintomáticos transmiten el coronavirus, porque la mayor parte de los que se han hecho señalan que "apenas" se produce esa transmisión. Los asintomáticos, ha dicho, "pueden transmitir poco y mal" la enfermedad.

Simón ha apuntado, por último, que la próxima semana se dará probablemente a conocer los resultados de la tercera fase del estudio de seroprevalencia realizado a más de 60.000 personas para medir el nivel de inmunidad de la población frente al cirus.

Llegar a una vacuna efectiva y segura es el objetivo final. Con ella, se considera que por fin se podrá empezar a hablar de haber derrotado al virus, pero, no obstante, ya existen voces expertas que rebajan la expectativa y advierten de que una vacuna no sería el equivalente a una 'cura' completa, una panacea frente al COVID-19.