Un estudio británico apunta que Wuhan no es el origen del coronavirus

  • Los investigadores sitúan al virus al sur de China entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre

  • Creen que el Sars-CoV-2 puede haber estado evolucionando durante años

Una nueva teoría sobre el origen del coronavirus realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, sitúan al virus al sur de China entre el 13 de septiembre y y el 7 de diciembre y no en Wuhan como se creía, la ciudad donde estalló su epidemia a finales del mes de diciembre de 2019.

Todo misterio que rodea al Covid-19 ha sido motivo de disputa política entre China y Estados Unidos. Los científicos siguen afirmando que el origen del virus fue natural, pero Trump continúa sospechando del superlaboratorio P4 de virus en Wuhan. Este nuevo estudio británico tira por tierra que Wuhan fuera el origen y aporta otra teoría.

El estudio sitúa al virus al sur de china entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre. Para hacer este cálculo se han basado en un algoritmo que rastrea el movimiento global de los organismos a través de la mutación de su genes, analizando 1.001 secuencias completas del virus procedentes de todo el mundo. Presentado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', analiza la evolución del coronavirus Sars-CoV-2 comparándolo con el del murciélago del que procede, con el que coincide en un 96 por ciento.

Este murciélago fue encontrado en el año 2013 en unas cuevas de la provincia China de Yunnan. El nuevo coronavirus que conocemos hoy en día presenta cientos de mutaciones respecto al suyo. Las alteraciones genéticas del coronavirus suelen mutar cada mes, por ello creen que el Sars-CoV-2 puede haber estado evolucionando durante años de tal manera que se ha vuelto infeccioso para los humanos.

"El virus puede haber mutado en su final ˝eficiencia humana˝ hace meses, pero se quedó dentro de un murciélago, otro animal o incluso personas durante un tiempo sin infectar a otros", explica el genetista de Cambridge Peter Forster, según recoge el periódico 'South China Morning Post'. En su opinión, "después empezó a contagiar y a transmitirse entre humanos entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre".

En el estudio han participado diversos organismos como el Instituto de Genética Forense de Munster, en Alemania. Los investigadores necesitan la ayuda de científicos chinos para poder seguir hasta el "paciente cero" este mapa genético, pero no parece que consigan la colaboración de China dadas las disputas que han surgido entorno a todo lo que rodea a la polémica del origen del virus.

Junto a dicha investigación, otra del Laboratorio Nacional de Los Alamos, en Estados Unidos, calcula que el coronavirus podría ser el doble de contagioso de lo que se pensaba. El estudio ha elevado el grado de contagio hasta 5,7, cuando en un primer momento se estimó en dos o tres personas.

Todos estos estudios destapan muchas de las incoherencias de las cifras oficiales que China aportó sobre los casos positivos del país y de las que se creen que han sido "adelgazadas". Otro estudio de a Universidad de Hong Kong, cree que el número de contagiados varía según se escoja uno u otro de los siete planes de diagnóstico y recuento utilizados por las autoridades, lo que podría variar sus cifras oficiales hasta cinco veces más.