Un grupo de investigadores en Irlanda han presentado los resultados de un estudio que revela que la mordedura de la araña conocida como falsa viuda negra, presente en las Islas Canarias y responsable de la hospitalización de un niño de 8 años en Reino Unido el pasado 29 de julio, puede acarrear complicaciones para la salud si no se realiza un uso adecuado de los antibióticos.
Es peligrosa, pero no por el veneno. Es la principal conclusión a la que han llegado los científicos de la Universidad de Galway después de analizar los efectos de la mordedura de la Steatoda nobilis. Bear Styles, un niño de ocho años, y su familia, originaria de Cambridgeshire, Reino Unido, han vivido un auténtico horror después de que el pequeño terminara en el hospital víctima de la mordedura de este tipo de araña.
Su aspecto puede resultarnos desagradable e incluso provocarnos verdadero pavor. Sin embargo, la mayoría de arácnidos no causan más que pequeñas molestias para los humanos. En el mundo existen varias decenas de especies de arañas que son venenosas de las que cerca de una quincena puede resultar mortal para los humanos. No es el caso de la falsa viuda negra.
Aunque su veneno no provoca más que un insignificante escozor, hay ocasiones en las que la mordedura de la falsa viuda negra puede terminar afectando gravemente a la salud de las personas. Tal y como han demostrado los investigadores de la Universidad de Galway, estas arañas pueden portar un tipo de bacterias en sus colmillos que, en algunos casos, pueden ser resistentes a los antibióticos.
Los médicos alertan que un uso inadecuado de este tipo de fármacos puede acabar provocando que su efecto contra las infecciones acabe siendo menor o incluso nulo. En cualquier caso, los expertos han querido lanzar un mensaje de tranquilidad asegurando que se trata de casos muy excepcionales y que, en la gran mayoría de personas, la mordedura de esta araña no provoca más que un leve escozor.
La falsa viuda negra es una especie originaria de las Islas Canarias y Madeira pero, a día de hoy, no consta que su presencia en España suponga una amenaza sanitaria inminente ni se han registrado ingresos hospitalarios recientes por la mordedura de este arácnido.