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Los fumadores podrían verse obligados a obtener sus cigarrillos en las farmacias con una receta en virtud de un nuevo plan de los defensores de la lucha contra el tabaquismo.
La propuesta forma parte del plan de una universidad para acabar con el tabaquismo para siempre, e incluye el corte de la venta de cigarrillos de forma permanente a cualquier persona nacida después de una fecha determinada.
La profesora adjunta Coral Gartner, del Centro para la Excelencia en la Investigación sobre el Logro del Fin del Tabaco (CREATE, afirma que puede que nunca se prohíba fumar, pero que debe haber un objetivo de "fin de juego" para reducir permanentemente el consumo de tabaco, que causa casi "una de cada siete muertes" en Australia.
"Entre los ejemplos de los enfoques propuestos para el fin del tabaco se incluye la regulación del contenido y las emisiones de los productos de tabaco para que no sean adictivos, sean menos apetecibles o para eliminar del mercado los productos más perjudiciales basándose totalmente en su perfil tóxico", escribió Gartner en un artículo para la revista Insight.
"Las estrategias propuestas para la reducción de la oferta van desde la reducción del número de minoristas de tabaco, la restricción de las ventas a determinadas categorías de proveedores (por ejemplo, las farmacias), el cese de las ventas a todas las personas nacidas después de un determinado año, la eliminación gradual de las ventas de cigarrillos comerciales y los mercados regulados o los modelos de suministro sin fines de lucro", continúa el artículo de la profesora.
Aunque 2,3 millones de australianos fuman todos los días, la prevalencia del tabaquismo es inferior al 15%, una de las tasas más bajas del mundo. Gartner dice que el 15% es el "punto crítico en el que un final se convierte en políticamente factible".
Entre las estrategias que el gobierno federal ya ha puesto en práctica se encuentra el aumento del costo de los productos de tabaco mediante incrementos fiscales en un 12,5% cada año entre 2013 y 2020, el más reciente el mes pasado.
El impuesto especial también aumentó otro 25% en 2010, de manera excepcional, lo que supone un aumento total del 125% en el último decenio. Esto ha hecho que el precio de un paquete de 25 cigarrillos Malboro suba a unos 50 dólares (42,42 euros) en la última década.
Sin embargo, esto ha provocado un aumento del comercio de tabaco en el mercado negro. El comercio ilegal de tabaco tiene un valor de unos 600 millones de dólares anuales, según la Fuerza Fronteriza Australiana.
"Lograr el fin de la epidemia de cigarrillos será un reto, pero aportará inmensos beneficios para la salud que superarán los posibles a través de otras intervenciones sanitarias", sentencia la profesora. Para el año 2025, el gobierno australiano pretende reducir la tasa de fumadores al 10% de la población.