Ghosting en las entrevistas de trabajo: cómo gestionarlo sin que afecte a tu autoestima

Buscar trabajo es frustrante, agotador psicológicamente y un reto para nuestra autoestima, sobre todo cuando nos enfrentamos a la temida frase de ‘no has sido seleccionado’. Como si fuesen un puñal, estas cuatro palabras se clavan en nuestro cerebro, pero hay algo todavía más duro que el rechazo: el ghosting laboral.

Según un estudio de Greenhouse, empresa de contratación, más del 75% de las personas que buscan trabajo han sufrido ghosting tras una entrevista. En otras palabras, no han recibido respuesta ni positiva, ni negativa., enfrentándose a un limbo psicológico repleto de dudas. "¿Me volverán a llamar?", "¿Hago más entrevistas o espero?", "Yo creo que ha ido bien, ¿por qué no me dicen nada?". Y las semanas pasan, pero la ansiada respuesta no llega.

"Los candidatos de hoy en día no solo quieren respuestas rápidas, sino que también buscan interacciones significativas y comentarios prácticos de los reclutadores", reflejaba el análisis de 'Greenhouse'. Sin embargo, por norma general la empresa no vuelve a contactar con el candidato. No le ofrece feedback, lo que provoca que la persona dude de sus capacidades, de su formación y, en resumidas cuentas, de su valía.

Cómo evitar el ghosting en una entrevista

El ghosting laboral se parece mucho al del mundo de las citas, ya que en ninguno de los dos casos sabes cuándo te van a dar la patada sin avisar. Al ser impredecible, las personas que buscan empleo sienten todavía más ansiedad.

No podemos evitar que nos hagan ghosting tras una entrevista de trabajo. Si una empresa no te quiere llamar, no lo hará. Lo que sí podemos hacer es reducir la incertidumbre para que el ghosting laboral no nos afecte tanto siguiendo cinco pautas:

  1. Antes de acabar la entrevista, infórmate sobre el calendario de contratación. En otras palabras, acaba la entrevista preguntando “¿Cuándo obtendré una respuesta?”. De esta forma, tendrás un plazo de tiempo.
  2. Si no lo tienes ya, obtén el mail del reclutador. Para ello, puedes hacer una sencilla pregunta profesional: "¿Podrías darme un contacto del departamento de recursos humanos por si me surge alguna duda tras la entrevista?".
  3. Pierde el miedo a escribir a la empresa. Te dijeron que tomarían una decisión en dos semanas, pero ya ha pasado el plazo y no te han dicho nada. ¿Qué puedes hacer? Abrir la agenda y rescatar el email de recursos humanos. Empieza el correo agradeciéndoles su tiempo y reiterando lo importante que son para ti los valores de la empresa. Puedes tirarte un farol diciendo que estás en otro proceso de selección y que te gustaría saber tu situación personal tras la entrevista con la empresa para tomar una decisión. Así crearás una sensación de urgencia y exclusividad.
  4. Busca contactos dentro de la empresa. ¿Cómo? Conocidos en común, redes sociales o LinkedIn, buscando la empresa en cuestión y agregando a trabajadores de la misma, especialmente aquellos que pertenezcan a la sección que te interesa. Aunque en esta ocasión no hayas superado la entrevista, tener una red de contactos es útil por si en el futuro hay una nueva vacante.
  5. Proporciona un feedback constructivo. Han pasado de ti, pero tú no tienes porque hacer lo mismo. Pasadas unas semanas puedes enviar una reseña a la empresa agradeciendo la oportunidad de tener una entrevista con ellos, recordando por qué te habría gustado trabajar allí, y ofreciéndoles una crítica honesta, profesional y constructiva sobre el proceso de contratación. No es cuestión de ser rencoroso, sino de ayudarles a mejorar. Quedarás como una persona proactiva y asertiva, y es posible que realmente implementen tus consejos.

Cuidar tu autoestima tras un ghosting laboral

Cuando una empresa no te llama, es muy normal cuestionar tu valor profesional. La autoestima puede resentirse durante unos días, pero es importante que esta mala experiencia no condicione tu búsqueda de trabajo.

En primer lugar, no pongas los huevos en la misma cesta. Sigue contactando con todas las empresas que encajan con tus expectativas, incluso a aquellas que no buscan trabajo. Puedes enviar un mail de presentación explicando quién eres y por qué te gustaría formar parte de la empresa, adjuntando tu currículum.

Por otro lado, modifica el lenguaje con el que te hablas a ti mismo en los momentos de bajón. No pasa nada por tener un mal día y ser un poco duros, pero no podemos machacarnos constantemente porque acabaremos con la ansiedad por las nubes, una tristeza insostenible y la autoestima por los suelos. ¿Qué le dirías a un amigo al que le han hecho ghosting tras una entrevista de trabajo? Probablemente que "vale muchísimo", que "no deje de intentarlo", que "es una persona increíble" o que "la empresa se lo pierde". Oblígate hablarte así a ti mismo.

Finalmente, haz autocrítica. Pregúntate qué ha podido ir mal (y no, la respuesta no es que seas un inútil). Normalmente los errores se concentran en dos puntos: el diseño del currículum y la forma de actuar durante la entrevista.

¿Cómo mejorar tu currículum?

Un currículum debe ser limpio, bonito a la vista y legible. Algunos consejos para mejorarlo son:

  • Utilizar una tipografía que sea legible y adulta. Nada de Comic Sans.
  • Evitar frases muy largas o complejas. En tu currículum debes ser conciso y saber resumir tus competencias.
  • Pon un interlineado normal. Si utilizas un interlineado pequeño porque quieres meter mucha información, el currículum será agobiante. Si utilizas un interlineado grande porque no tienes mucha experiencia y quieres que parezca que sí, el currículum será vacío.
  • El tamaño de la letra debe ser fácilmente legible. Al igual que con el interlineado, una letra muy pequeña o muy grande afea el currículum.
  • El diseño debe ser bonito, pero no abuses de iconos e imágenes. A menudo vemos en Internet currículums con ilustraciones visualmente muy bonitas, pero que no pasan el filtro de los softwares de las empresas. ¿Por qué? Porque no ponemos las palabras clave.

¿Cómo causar una buena impresión durante la entrevista?

Si pasas el proceso de selección y te llaman para una entrevista, debes mantener la calma. Estate seguro de tus competencias. Tú sabes más de ti que la persona que te va a hacer la entrevista, así que habla con naturalidad tanto de tu formación como de tu experiencia laboral.

  • Intenta no dar la misma información que en el currículum. Los reclutadores saben leer. Ofrece datos que no figuren en tu currículum y aprovecha para dar todos los detalles que no has incluido en él para que no quedase demasiado largo.
  • También es muy importante marcar la diferencia cuando te hagan las típicas preguntas. Por ejemplo, tus virtudes y defectos. Aprovecha para demostrar que no eres como el resto de candidatos.
  • Utiliza ejemplos. Si dices que "eres muy bueno trabajando en equipo" esa virtud se queda incompleta. Añade un ejemplo concreto: "En mi anterior trabajábamos en un equipo multidisciplinar de 5 personas, yo realizaba la tarea de (insertar tarea) y me compenetraba con el (insertar puesto de trabajo de un compañero) para realizar (insertar otra tarea)". De esta forma, demostrarás tus habilidades, formación y experiencia de forma práctica.
  • Debes informarte sobre la empresa. Cuando te pregunten "¿Por qué quieres trabajar aquí?", es la oportunidad de lucirte dejando claro al entrevistador que conoces la empresa, sus proyectos y sus valores, y que encajan con tus expectativas laborales y tu forma de trabajar.
  • Finalmente, no temas hacer preguntas. Por ejemplo, "¿Qué responsabilidades conllevaría este puesto?”, “¿Cuáles serían mis perspectivas a corto y medio plazo en la empresa?", "¿Qué posibilidades de formación ofrece la empresa?" o "¿Qué debería tener el candidato perfecto para este puesto de trabajo?". Demostrarás interés y seguridad en ti mismo cuando plantees estas cuestiones.