Hornear y saltear la comida es más saludable que freírla o ahumarla, según los cardiólogos

  • La Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda hervir y cocinar al vapor

  • Aconsejan seguir una dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen extra

Hornear y saltear la comida es más saludable que freírla o ahumarla, según recomiendan desde la Fundación Española del Corazón (FEC), que recuerda que tan importante como escoger adecuadamente lo que ingerimos lo es la forma en que lo cocinamos.

El vicepresidente de la fundación, el doctor José Luis Palma, explica que cuando se fríen los alimentos "el aceite añade grasa saturada", y ahumarlos les hace pasar por un proceso de curación en el que se añade sal, lo que provoca hipertensión arterial y aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular".

Por tanto, desde la FEC recomiendan hervir, un método muy sencillo y el más adecuado para comer sano. "Basta con agua y no pasarse con el tiempo y la temperatura de cocción, pues de ser así, los alimentos pueden perder algunos de sus nutrientes", señala Palma. Cocinar al vapor es un procedimiento muy similar, aunque en éste los alimentos no entran en contacto directo con el agua. Este método está indicado especialmente para las verduras.

También es muy saludable hornear los alimentos, una forma de cocinar que permite conservar casi en su totalidad los nutrientes y disfrutar de platos bajos en grasa. "El producto suelta su propio jugo y evitamos así incorporar grasas extras", señala el doctor. El otro método recomendado es saltear, que incluye poco aceite y resulta perfecto para cocinar verduras.

El vicepresidente de la FEC recuerda que "seguir una dieta variada y equilibrada es fundamental para prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares si se acompaña, además, de la práctica de ejercicio físico de forma regular". En ese sentido recomienda la dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos, que "es capaz de reducir en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular".

Seguir una alimentación rica en verduras, frutas, cereales, pescado, legumbres, aceite de oliva y frutos secos es lo ideal. Además, conviene elegir carnes blancas (cerdo, pollo, pavo) frente a carnes rojas y "evitar los azúcares refinados, el consumo de grasas saturadas y grasas trans (hidrogenadas) y el exceso de sal".