Jules Hoffmann, premio Nobel de Medicina, predice cuándo puede llegar la vacuna

  • El Premio Nobel se muestra convencido de que en julio habrá vacuna

  • "Si una vacuna resulta ser deficiente la empresa perderá prestigio"

  • "No todas las vacunas van a ser iguales ni van a cubrir los mismos perfiles"

¿Miedo a la vacuna? Todo un Premio Nobel de Medicina, Jules Hoffmann, galardonado en 2011 asegura que la competencia entre tantas farmacéuticas y laboratorios dará lugar a "productos más seguros y de mayor calidad". Hoffmann, biólogo especialista en el sistema inmune ha descartado que esta carrera por conseguir la vacuna suponga una pérdida en la calidad de la misma por intentar ser el primero. "Si una vacuna resulta ser deficiente la empresa perderá prestigio".

Respecto a la llegada de esta, espera que pueda ser "si no en primavera, sí antes de julio" del próximo año. No es el primero que lanza mensajes sobre la vacuna, que en España parece que va lenta pero con muchas posilidades. Bill Gates es más escéptico a la hora de pensar que las primeras vacunas puedan funcionar al 100%. El multimillonario que ya advirtió que no estábamos preparados para una pandemia considera que "en el mundo rico deberíamos poder terminar con esto en gran medida para finales de 2021, y en el mundo en general, para finales de 2022". Pese a esto, añade que tardaremos años en volver a estar como a principios de 2020. "

Volviendo a Hoffmann lo que parece claro es que no todas las vacunas van a ser iguales ni van a cubrir los mismos perfiles. Hablando en concreto sobre las vacunas de China, asegura que por sus contactos en el país asiático sabe que ya se han vacunado cerca de 100.000 personas. Unas vacunas que, en todo el mundo, "no van a ser idénticas y que cubrirán distintos aspectos y efectos".

Hoffman, después de todo lo que se conoce del virus tras estos meses de pandemia, asegura que hay "todas las razones para ser optimistas". "Lo primero es conocer el mecanismo de efecto del virus sobre nuestro organismo y cómo este reacciona". Sobre ello señaló lo aprendido del SARS 2003 y los dos tipos de respuesta del organismo: la inmunidad innata y la adaptativa, a través de las vacunas.

Sin embargo, también reconoce que el SARS-CoV-2 "no es igual que otros virus", pues su cubierta proteínica, la que le permite actuar con los receptores, "hace que pueda tener efectos negativos sobre el sistema renal, cardíaco y nervioso, lo que explica la pérdida del olfato y del gusto". Por ello, el virus puede prosperar tanto en los vasos sanguíneos como en las vías respiratorias. En su intervención ante los medios, Hoffmann dejó un recado a la clase política, a la que acusa de la diferente presencia del virus en los países. "No se debe a una razón científica, sino a decisiones políticas y a la organización de los sistemas de salud", asegura.

"Los políticos deberían apartarse y no politizar este tema y su papel debería limitarse a apoyar la investigación y todos los intentos que están haciendo por resolver la pandemia".

Respecto a la llegada de virus en el futuro, el biólogo espera que todo el mundo esté "mejor preparado, seremos capaces de reaccionar con mayor rapidez". Entre las lecciones que asegura que se deben aprender, una de ellas es "la necesidad de una colaboración muy potente entre científicos y políticos", además de un mayor apoyo a la investigación.

Hasta el momento en que llegue la vacuna, hace un llamamiento a la cautela sobre dónde vamos y con quién, y cita lo dicho por Hipócrates 400 años antes de Cristo: "Si ves venir la peste o una plaga, apártate el primero y vuelve lo más tarde posible". Finalmente, ha criticado que muchos jóvenes comprometan al resto de la población con sus actitudes, y que la actuación ante estos actos depende de la cultura de los países. Pone de ejemplo lo que ocurre en China. "Si no se respeta las normas se les encarcela tres semanas, pero aquí en Europa eso no se puede hacer y solo cabe la persuasión y convencerlos de los peligros".