Las manchas en los dientes no solo suponen un perjuicio a nivel estético: muchas veces pueden ser síntoma de un problema más profundo, como ocurre en el caso de las manchas blancas en los dientes. Éstas se relacionan con la descalcificación del esmalte dental, por lo que es importante identificarlas y mantenerlas bajo control: pueden ser la antesala de una caries.
Las manchas blancas en los dientes suelen aparecer de forma aislada y suelen ser indicador de descalcificación, antesala de la caries. Por ejemplo, es frecuente que aparezcan en el caso de personas que llevan aparatos dentales (como los del sistema de brackets) y no mantienen una higiene dental adecuada (en España ellas se cepillas más los dientes que ellos). Las manchas aparecen, en estos casos, al retirar los aparatos, por lo que se hace necesario tratar las caries que surgieron mientras se utilizaban. También aparecerán, en general, en aquellas personas que no mantengan una higiene bucal adecuada.
Además, las manchas blancas en la dentadura son habituales cuando se produce algún problema mientras se forma la dentadura definitiva, ocasionado una falta de mineralización del esmalte durante su proceso formativo. Es importante identificar cuál es la causa en cada caso para decidir qué tratamiento se debe seguir. En el caso de manchas ocasionadas por una falta de mineralización, existe la opción de cubrir la mancha utilizando carillas dentales.
En cualquier caso, la mejor técnica para evitar este tipo de problema en la dentadura es la limpieza, sea cual sea el tipo de mancha y su origen. Ello pasa por lavarnos los dientes después de cada comida, utilizar hilo dental y los productos y herramientas necesarios en función de nuestro caso, no descuidar nuestra alimentación, visitar periódicamente al dentista y realizar las limpiezas puntuales necesarias...
Cuando la lesión es aún muy leve, es posible evitar tratamientos invasivos, tal y como aseguran desde Sanitas. En cambio, cuando nos encontramos con una caries más avanzada, tocará vaciar la cavidad y colocar un material que ‘rellene’ el diente (el comúnmente llamado ‘empaste'). El objetivo es evitar que la caries siga avanzando hasta alcanzar el nervio, lo que provocaría que fuera necesaria una endodoncia.