¿Miedo a los lunes? Descubre si sufres deuterofobia y cuáles son sus síntomas y causas

  • A nadie le gustan los lunes pero, para algunas personas, el miedo a esta jornada puede resultar paralizador

  • Es lo que se conoce como deuterofobia o fobia a los lunes: quien la sufre experimenta ansiedad y miedo extremos

  • Esta fobia está claramente relacionada con el trabajo: un ambiente laboral negativo o una mala gestión del estrés son algunas causas

Existen fobias a casi todo: a las arañas, a la oscuridad, a la sangre, a las agujas, a los espacios cerrados, a las alturas... y también a determinados días de la semana. De entre ellos, lógicamente, el temido lunes es el gran protagonista de nuestros miedos. Y es que a nadie le gusta enfrentarse al inicio de la semana laboral: todos deseamos que llegue el fin de semana y tememos el momento en que el despertador suena y llega la vuelta a la oficina. Sin embargo, lo que para la mayoría supone simple antipatía, pereza e incluso tristeza, para otros se convierte en un verdadero miedo paralizador, tomando la categoría de fobia. ¿Qué es la deuterofobia y por qué se produce el miedo a los lunes? ¿Cuáles son sus síntomas?

¿Miedo a los lunes? Síntomas de la deuterofobia

Sufrir una fobia va más allá del simple miedo: mientras que en las fobias la ansiedad y el miedo es desproporcionado y puede resultar paralizador, la persona con miedo puede experimentar ansiedad en cierto grado, pero es capaz de reconducir la situación y controlarla. Por ejemplo, si tenemos miedo a los aviones, la persona con fobia será incapaz de subir a un avión o le costará un esfuerzo excesivo en comparación con quien solo tenga miedo, e intentará buscar una vía alternativa para transportarse. En caso de dar el paso y subir al avión, es posible que la ansiedad desemboque en un ataque de pánico.

En el caso de la deuterofobia, es probable que la persona que la padece comience a experimentar este tipo de síntomas al llegar la tarde del domingo. Estas sensaciones irán más allá del simple agobio o tristeza, pudiendo manifestarse síntomas como taquicardias, ansiedad, sudoración, falta de sueño... e incluso dolor físico.

Las pesadillas recurrentes, la dificultad para levantarse el lunes por la mañana, sensación de dolor o vacío en el estómago, crisis de ira y agresividad... son otros síntomas clásicos.

Las causas de la fobia a los lunes tienen mucho que ver con el trabajo, y pueden ser tanto endógenas como exógenas. En este sentido, las causas son similares a las del llamado Síndrome de Burnout.

Así, determinadas personas tienden a sufrir más que otras la presión laboral y a gestionar peor situaciones estresantes o incómodas, independientemente de que el clima en la empresa sea bueno. En otros casos, un marco de acoso laboral o un mal clima general, el hecho de que no nos gusten la tareas que tenemos que ejecutar, una presión excesiva... son factores que pueden desembocar en una fobia. Lógicamente, muchas veces se trata de una combinación de ambos factores.

Por eso existe una parte del problema que podemos controlar nosotros mismos: alejarnos de una situación laboral que nos hace infelices es el primer paso para la curación. También puede ser importante aprender a gestionar mejor situaciones estresantes, a comunicarnos con nuestros compañeros de forma más asertiva... En cualquier caso, acudir a terapia es básico para aprender a superar esta fobia y a identificar y controlar sus síntomas, mejorando nuestra calidad de vida.

Algunas cosas que podemos hacer por mejorar nuestra situación son intentar reservar para los lunes las actividades que nos resulten menos costosas o más agradables, así como compartir cómo nos sentimos con amigos y familiares, ya que así conseguiremos racionalizar nuestros sentimientos y relativizarlos.