¿Por qué necesitamos vacaciones tras las vacaciones? Los psicólogos responden

Ton Vilanova 29/08/2016 12:37

El escritor y filósofo estadounidense Elbert Hubbard sentenció una sensación que todos vivimos con una frase para los anales de la historia: "Paradójicamente, la persona que más necesita unas vacaciones es aquella que acaba de tenerlas". Ahora los psicólogos (y los periodistas) lo llamamos estrés, trauma o depresión post-vacacional, pero lo cierto que las vacaciones duran lo que duran y se aprovechan tanto como podemos.

"Se ha exagerado mucho eso del trauma post-vacacional", asegura Esteban Cañamares, psicólogo clínico especialista en adultos. "La hora de levantarnos, la hora de echarnos a dormir, las siestas… al cambiarlas se nota un ligero cansancio, una pequeña incomodidad los tres primeros días. Para la inmensa mayoría de las personas sólo hay que superar el periodo de adaptación por pura mecánica corporal y nada más".

Nuestro cuerpo es sabio y se da cuenta que hemos hecho grandes excesos durante las vacaciones. Según los estudios, podemos llegar a engordar entre uno y dos kilos por cada semana de excesos, somos los europeos que peor dormimos en verano por el calor de las noches y septiembre es el mes en el que los gimnasios 'hacen el agosto' con las nuevas matrículas. Queremos volver a los buenos hábitos de vida pero hacerlo de golpe nos parece una auténtica tortura.

Descanso mental

Las vacaciones son una buena oportunidad para hacer cosas que normalmente no sueles hacer, probar cosas nuevas y darle un poco de vida a las neuronas. El psicólogo Esteban Cañamares recomienda cambiar de actividad por completo. "Una persona que tenga un trabajo intelectual, como un profesor de universidad, puede aprender a jugar al tenis o restaurar un mueble; un trabajador manual puede dedicarse a leer... Tenemos que darle al cerebro un material distinto a lo habitual. Si no hacemos nada, el cerebro se cansa de no hacer nada y la persona se siente insatisfecha porque cree que ha perdido el tiempo".

Si hemos conseguido llevar a cabo una actividad que nos parecía un auténtico reto, nos sentiremos mejor y conseguiremos desconectar de nuestra rutina… por lo que volver a ella será menos duro.

Uno de los factores a tener más en cuenta para ese periodo de adaptación entre las vacaciones y el trabajo es el cambio de clima. "Las horas de luz son muy importantes para nuestro cerebro ya que regulan nuestros ritmos de sueño, de apetito… y cuando se produce un cambio brusco hay que ir poco a poco", indica el experto. "Si las vacaciones se producen dentro del territorio nacional apenas lo percibirás. Además, aquí ya no es estrés post-vacacional, sino de adaptación climatológica, que es completamente diferente".

Volver a una dieta saludable

Durante las vacaciones abrimos la veda y dejamos pasar a nuestro plato alimentos que, durante todo el año, tenemos tachados con una equis y además lo hacemos en cantidades ingentes.

Para Victoria Fagúndez Rodríguez, "el principal error que cometemos es la falta de organización con respecto a las comidas. En vacaciones es normal que alteremos los horarios de nuestras comidas y que con frecuencia descuidemos la alimentación, abusemos de alimentos procesados, ricos en grasa, bebidas alcohólicas…". A la experta dietista-nutricionista de iNutralia no le preocupan tanto las variaciones en la báscula como "el aumento de grasa corporal que se gana en un periodo tan corto de tiempo" y que, sin duda, hay que volver a colocar en sus márgenes.

Para conseguirlo hay que ser realista, constante y preguntase si es el momento adecuado para llevarlo a cabo. Quizás no tiene por qué ser justo al volver de vacaciones; puede ser dentro de quince días cuando estés mucho más organizado. Eso sí, hay que fijar una fecha y entonces tomárselo en serio, fijarse pequeñas metas e identificar los pequeños obstáculos que puedan surgir.

¿Y qué hacemos con la cervecita del aperitivo o el tinto de verano de media tarde? Tendrá que despedirte de ellos, porque no tienen ningún interés nutricional. "Ante estos últimos días de calor, lo mejor es tomar agua de frutas (#RefrescoCasero), batidos casero (elaborados con la fruta entera), infusiones frías, café con hielo, y cómo no, agua bien fresquita", apunta Victoria Fagúndez Rodríguez.

Energía a base de deporte

No solo hay que quitarse los kilitos de más, hay que volver a ponerse en forma. Al estudio de Rubén Río en La Coruña acude mucha gente para planificar su entrenamiento sin caer en el desánimo. "Practicar ejercicio físico nos ayudará a despejar la mente y liberar hormonas de la felicidad, por lo que nos sentiremos mucho mejor. Si quieres un post-vacaciones sin 'sufrimientos', camina, corre, haz pesas, juega al tenis, lo que sea…Pero ¡muévete!"

En realidad hay dos maneras de tomarse las vacaciones: no dar palo al agua o hacer cientos de actividades que nos dejarán más cansados de lo que nos hemos ido. Para los preparadores físicos el descanso perfecto es el activo/moderado: "Si sueles correr, en vacaciones camina o pasea de manera relajada. De esta forma mantendrás tu musculatura en una recuperación activa, y retomarás tus entrenamientos mucho mejor", indica Río.

"Una de las mejores formas de retomar los entrenos es a través de circuitos funcionales full-body (circuitos de trabajo de cuerpo completo). Introduciendo flexiones, lanzamientos de balón medicinal a pared, usando kettlebells y un largo etcétera de excelentes ejercicios, podremos obtener un entrenamiento de gran calidad que, además de fortalecernos la musculatura y ayudarnos a ganar resistencia, también nos ayudará a trabajar la capacidad cardiovascular".

Además, hay que aprovechar que ya viene el fresquito y se puede entrenar al aire libre casi a cualquier hora. Para Rubén Río, "cada persona tiene 'su ejercicio mágico' con el que retome la actividad física. Es sumamente importante, porque es tu momento, y si practicas una actividad que te guste te recargará la pilas de una forma increíble, y tu mente estará súper positiva, te sentirás más activo y con ganas de afrontar la rutina".