“A mis padres no les gusta mi novio”: gestionar la situación sin tener que renunciar a nadie

  • No, no tienes que elegir entre tu pareja o tu familia

  • "No aceptaban a mi pareja cuando ni siquiera la conocían, y todo por sus prejuicios y su racismo"

Si hay un momento decisivo en cualquier relación es la presentación a los padres. Con los nervios a flor de piel y un miedo atroz a decir cualquier cosa que pueda ser malinterpretada, soportamos esos minutos que se hacen eternos. Por suerte, casi siempre sale bien y todos esos temores que teníamos se caen por su propio peso. Pero, ¿qué hacer cuando las cosas se tuercen y tus padres no soportan a tu pareja?

¿Por qué mis padres no aceptan a tu pareja?

Una cosa es un rollo de una noche o un ligue con el que apenas ves futuro, y otra muy diferente es una pareja estable que te hace plenamente feliz. Cuando por fin conoces a esa persona que te aporta estabilidad y calma, lo normal es querer compartir vuestro amor con el mundo.

A la hora de juntar a tu pareja y tus amigos, todo va como la seda. Te ven feliz y te apoyan, e incluso aceptan a tu novio o novia como uno más del grupo. Sin embargo, con tus padres no pasa lo mismo. No ven lo mismo que tú ves, y poco a poco comienzan una campaña de desprestigio hacia tu pareja para que lo acabéis dejando.

Te dicen que "sólo quieren lo mejor para ti" o que "te mereces lo mejor", y bajo la excusa de la protección empiezan a lanzar puyas, a poner mala cara cuando hablas de tu pareja y a hacerte chantaje emocional en situaciones más extremas. Como dice el refrán, el infierno está lleno de buenas intenciones, y es que el amor paterno no justifica que tus padres te sobreprotejan o que tomen decisiones por ti.

“Mis padres querían que lo dejase con mi novio porque es marroquí”

"Es muy frustrante cuando tus padres no aceptan a tu pareja”, relata Carolina, de 25 años. "Cuando empecé a salir con mi novio, de ascendencia marroquí, quise contárselo yo misma porque vivo en una ciudad muy pequeña y se iban a acabar enterando. Fue horrible".

La casa de Carolina se convirtió en un patio de recreo con gritos e insultos racistas constantes, y un control estricto durante meses. "No aceptaban a mi pareja cuando ni siquiera la conocían, y todo por sus prejuicios. Me dolió mucho porque yo pensaba que mis padres eran más modernos", confiesa.

Con los años, las cosas se fueron calmando, aunque todavía es doloroso para Carolina recordar aquellos meses. "Me hizo falta mucha paciencia y comunicación tanto con mis padres como con mi novio. Él aguantó lo que no está escrito, y mis padres a base de ver que era un buen chico que me hacía feliz y que me trataba bien, le acabaron aceptando y ahora la relación es muy buena".

El caso de Carolina refleja lo que muchas veces se esconde tras una mala relación entre nuestra pareja y nuestros padres:

  • Prejuicios por diferencias culturales o de edad y estereotipos relacionados con el racismo o la homofobia en el caso de parejas LGTB.
  • Desconocimiento y falta de comunicación familiar.
  • Sobreprotección.
  • Malas experiencias previas.
  • Una mala gestión de la autonomía de los hijos.

Qué hacer para mejorar la relación entre tu pareja y tus padres

Aunque a priori parece que tienes que elegir entre tus padres y tu pareja, no es necesario llegar a esos extremos. Hace falta mucha paciencia y tiempo, pero la relación entre ambos puede mejorar.

  • No fuerces las cosas

El objetivo es que tus padres y tu novio o novia se lleven bien, pero tienes que tener en cuenta que esto es un proceso largo.

Si de primeras no hay feeling, no puedes esperar que en un par de días inviten a tu pareja a cenar o que le dejen quedarse a dormir todos los fines de semana.

Llévale a casa poco a poco. Puedes ir con él a casa una vez a la semana con la excusa de que se te ha olvidado algo y necesitabas subir, y con el tiempo ir aumentando esas visitas para que tus padres se vayan habituando a la situación.

  • En vez de cerrarte, deja que vean lo feliz que eres

Es totalmente comprensible que estés cabreado, pero callarte todas las cosas de tu relación sólo servirá para que no vean lo feliz que eres.

Cuéntales los planes que hacéis, lo bien que te lo pasas con sus amigos y él o ella con los tuyos, lo a gusto que te sientes cuando estás con tu pareja, las cosas positivas que te aporta, etc. Todas esas emociones tan habituales durante la primera etapa de la relación son preciosas, y compartirlas con tu familia puede hacer que abran los ojos.

  • Pide ayuda a otros familiares

Si tienes buena relación con tu hermano, con tus abuelos o con algún tío o tía, puedes pedirles que te echen una mano.

Cuéntales la situación y apóyate en ellos. Seguro que pueden actuar como mediadores para que tus padres empiecen a aceptar a tu pareja progresivamente.

  • No ocultes tu relación

En primer lugar, porque se van a acabar enterando o bien porque te ven por la calle, o bien porque las redes sociales han matado la privacidad. Mejor evitar mentiras innecesarias.

En segundo lugar, porque ocultar la relación impedirá que se normalice en tu casa. Tus padres deben saber que estás dispuesto a seguir con tu pareja aunque a ellos no les guste y que sólo tienen una opción: aceptarle.

  • Sincérate con tus padres

Habla a solas con tus padres sobre esta situación. Explícales cómo te hace sentir su falta de apoyo, cuéntales que para ti su opinión es muy importante y deja que sean conscientes de las consecuencias de su intransigencia.

Nuestros padres no son dictadores egoístas que disfrutan viéndonos sufrir, al menos en el 99,9% de las veces. En general, suelen pensar en nuestro bienestar. Por eso es importante hacerles ver el daño que están provocándote con su comportamiento.