Los padres pierden hasta 750 horas de sueño durante el primer año de vida de sus hijos

  • Se debe al insomnio que sufren el 50% de los niños en todo el mundo

Los padres pierden entre 400 y 750 horas de sueño durante el primer año de vida de sus bebés. Así lo afirma el pediatra del Hospital Italiano de Buenos Aires, Julio Busaniche, a la agencia de noticias Télam.

Una elevada cifra de horas que podría equivaler a estar casi un mes entero sin dormir. Una situación que sin duda hace estragos en la salud de los padres, pero que tiene su origen en el insomnio que padecen los bebés y que "son muy frecuentes y esperables durante los primeros meses de vida", afirma Busaniche.

"Las rutinas y el tipo de vínculo con los padres juegan un papel importante en la generación y perpetuación de esos problemas", añade el pediatra. "La vida diurna presenta problemas y 'estresores' que pueden angustiar a los niños, que descargan durante la noche según el contexto familiar en que se viva", detalló.

Una problemática globalizada

Según otro especialista, el médico de familia del Hospital Italiano, Pascual Baran Cegla, señaló que se estima que el 50% de los niños del mundo sufre algún trastorno del sueño, y que el 40% de ellos son casos "severos". De esos casos severos, destacó que pueden deberse a causas como "el miedo a dormir solo, las pesadillas y los terrores nocturnos".

Y agregó: "Otro dato interesante es que los padres también pierden horas de sueño: se dice que durante el primer año de vida de los hijos pierden entre 400 y 750 horas de descanso".

Bajo la opinión de estos expertos, es necesario "hacer cambios conductuales progresivos", creados a partir de rutinas y hábitos saludables para combatir estos trastornos infantiles. "Decidir y señalar el momento preciso para acostarse, establecer rituales que den seguridad o se repitan cada día, como leer un cuento o abrazar el muñeco preferido pueden ayudar, pero hay que saber poner el punto final, sin alargar ese momento", advirtió Busaniche.

"También se deben evitar las actividades o juegos demasiado excitantes y activos antes de acostarse, porque perjudicarán el buen descanso del niño", concluyó Baran Cegla.