De la centella asiática al aloe vera: 10 plantas curativas para tu maceta del balcón

eltiempohoy.es 30/04/2018 17:10

Aloe vera, medicinal por excelencia

Originaria de Arabia y con presencia en zonas subtropicales y templadas, como el Mediterráneo, la sábila o el áloe de Barbados cuenta con 16 componentes químicos que regulan, entre otras cosas, la mucosa intestinal, las úlceras estomacales, el estreñimiento, refuerzan el sistema inmune y estimulan el crecimiento celular y la cicatrización. Su cultivo requiere temperaturas por encima de los 10 grados y para nada le benefician ni el frío ni el exceso de humedad. Las macetas de terracota son ideales para su cultivo y puedes colocarla al sol o en semi-sombra. Ojo, nada de riegos en invierno, si se encuentra en exterior.

Tomillo, expectorante natural

Esta planta aromática, con más de 350 especies, es nativa de Europa, Asia, África del Norte y Groenlandia y tiene usos culinarios, medicinales y ornamentales. En la antigua Grecia se utilizaba para curar heridas de cierta consideración; en Egipto, para los embalsamamientos; y en la Edad Media, para paliar el asma. Es un potente expectorante natural, cuenta con propiedades antisépticas y desinfectantes y sus infusiones son idóneas para aliviar la conjuntivitis. Los jardineros recomiendan comprar plántulas jóvenes o esquejes; utilizar macetas o jardineras altas y profundas porque sus raíces son muy largas; requiere de poco riego y es importante no encharcar la tierra para no pudrir las raíces.

Mellisa, repelente de mosquitos

Nativa del sur de Europa, el toronjil u hoja de limón (sus otras acepciones) es una hierba perenne apreciada por sus propiedades como tranquilizante natural, además de ser un aceite esencial muy utilizado en perfumería y como aderezo en ensaladas, confituras, verduras y salsas para carnes. Entre sus usos medicinales, la mellisa se recomienda en caso de palpitaciones, dolores de estómago y como repelente de mosquitos. Requiere suelos arenosos, bien drenados, y no es una planta que necesite de muchas horas de sol.

Salvia, la planta de las mujeres

Considerada una planta muy beneficiosa para las mujeres por la presencia de fitoesteroles (con un alto efecto estrogénico), que alivian los síntomas de la menopausia y las molestias de la menstruación, la salvia está presente en América Central, Sudamérica, Asia Central y Oriental y en la cuenca del Mediterráneo. En España es utilizada como elemento de maceración del orujo de hierbas gallego y en Italia aparece en multitud de recetas. Los expertos recomiendan plantarlas en tierra calcárea, poner las macetas en el interior y en un lugar donde les dé el Sol y regarlas una vez a la semana sin pasarse en la cantidad.

Centella asiática, anticelulítico

Utilizada desde hace siglos en la India y en China, la pegaga, brahmi o antanan (nombres comunes) cuenta con multitud de propiedades, como antiulcerosas, psiconeurológicas, anticonceptivas, antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Esteroides aislados de este vegetal se han utilizado para tratar la lepra y problemas de circulación, además de celulitis y una enorme variedad de enfermedades por vía tópica y oral, aunque la Agencia Europea del Medicamento recomienda evitar su uso durante la gestación. Necesita zonas soleadas, tierra húmeda, suelos pantanosos y arenosos, y florece durante todo el año, así que además tendrás garantizado en tu jardín un toque de color.

Jengibre, para la debilidad sexual

Además de sus conocidos usos culinarios, el jengibre tiene efectos beneficiosos para aliviar los síntomas de los cólicos, la diarrea, las flatulencias, las náuseas, las bronquitis, los catarros y el reumatismo, además de ser un potente afrodisíaco. Esta raíz crece perfectamente en zonas con sombra, por lo que puedes cultivarla con éxito en casa. Los expertos recomiendan hacerlo en un recipiente grande de poca profundidad, que se deberá mantener ligeramente húmedo, y utilizar tres partes de tierra ecológica y una parte de abono o de humus de lombriz.

Arnica, la estornudadera

Originaria de Europa, esta planta conocida también como estornudadera (por su capacidad para hacer estornudar), se caracteriza por unas bellas flores de color amarillo. Su alto contenido en helenalina la convierten en un vegetal con enormes propiedades antiinflamatorias, ideales para contusiones en forma de linimentos y pomadas. La recolección tiene lugar después de la floración y dada la toxicidad de la flor conviene conservar solamente las hojas. Acostumbradas a crecer en montaña y en cualquier tipo de suelo, es conveniente no usar suelos calcáreos, mantener húmeda la tierra y en semi-sombra.

Bardana, contra la calvicie

Cultivada en tiempos de Carlomagno, el lampazo o bardana se sigue cultivando en Japón, Taiwán y Corea para el consumo culinario. En la medicina popular occidental es conocida por sus propiedades diuréticas y purificador de la sangre, y como macerado oleoso forma parte de champús y productos para el cuidado del cabello y la prevención la calvicie. También se han reconocido su uso contra el acné, el eczema, el herpes y el impétigo. Es recomendable plantarla a principios de la primavera, en una maceta profunda y en una zona de sombra parcial o a pleno Sol.

Cola de caballo, operación biquini

Adelgazante y remineralizante, el equisetum arvense es un arbusto habitual en las corrientes de agua o en las proximidades de fuentes de toda Europa. Es un vegetal rico en potasio, magnesio, cloro, aluminio, oxígeno e hidrógeno, entre otros elementos, de ahí sus enormes propiedades diuréticas, además de sus beneficios para cuidar cartílagos, huesos y tendones. Actualmente se utiliza para combatir las hemorragias, vómitos de sangre, las afecciones renales y vesicales, los cálculos y las arenillas. Esta planta necesita mucha humedad, con lo que la maceta o el contenedor que utilicemos debe contar con una base de agua constante. Con la llegada del invierno es necesario llevar a cabo una poda de las varas, para su regeneración.

Manzanilla, antiespasmódica

La camomila común, más conocida como manzanilla es originaria de Europa occidental y del norte de Asia y está especialmente extendida en prados y lugares herbosos de la Península Ibérica. El tallo y los extremos floridos se usan en infusiones y sus efectos terapéuticos son digestivos, sedantes, vasodilatadores y antiespasmódicos. Asimismo, en esta época son muy utilizados para lavar los ojos de los alérgicos. Se pueden plantar en macetas y en extensiones de terreno, utilizando suelos ácidos y siempre donde les dé el Sol. El riego debe ser diario, pero no demasiado abundante.