Seguro que te ha pasado: por qué te da un calambre en los dientes con el frío

eltiempohoy.es 05/05/2019 10:22

A lo largo de nuestra vida, la dentadura va modificándose, ya sea en la infancia cuando caen los dientes primarios (leche), como por la remineralización y desmineralización que padecen en las distintas etapas del ser humano. Todo va a las mil maravillas mientras estos dos procesos se alternan en equilibrio, pero cuando uno de los dos se impone al otro los dentículos sufren un cierto desgaste que puede llegar a dejar al descubierto ciertas zonas como la dentina, que afecta al nervio. Esta capa de marfil que rodea la parte interna de la pulpa dentaria cuenta con túbulos de tamaño microscópico que, debido a ciertos estímulos, ya sean químicos como los provocados por la acidez de ciertos alimentos, mecánicos como el contacto con los cepillos dentales, o térmicos como las bebidas y comidas frías o calientes, pueden producir hipersensibilidad.

Hipersensibilidad dentinaria

Uno de cada siete adultos se ve afectado por la hipersensibilidad dentinaria, que en algunas ocasiones esconde otro tipo de patologías bucales como las caries o la periodontitis. Por otra parte, las personas que sufren de bruxismo son un grupo de riesgo porque la piezas suelen estar desplazadas por la fuerza del rechinar de los dientes, exponiéndolos más a cualquier agente exterior.

Acudir a los especialistas

Según los odontólogos, los dientes frontales son los más comprometidos a los cambios de temperatura, que pueden variar hasta 120 grados. El interior y el exterior de adaptan a fluctuaciones bruscas, se expanden y contraen y eso provoca minúsculas grietas, que no afectan a la estructura pero que pueden ser muy molestas. Si el dolor se repite con bastante asiduidad, los expertos recomiendan visitar el dentista para que, a través de una radiografía detecten las posibles anomalías. En algunas ocasiones solo con variar el cepillo, la pasta dental o la manera en la que nos cepillamos pueden resultar muy positivos. En los casos más graves, el experto puede cubrir el diente con una capa protectora.

El peligro de los tratamientos blanqueadores

Asimismo, respirar por la nariz cuando se está en un exterior muy frío le protegerá del dolor, además de no tomar alimentos y bebidas calientes y frías en exceso. Deben evitarse los alimentos ácidos, que aumentan ostensiblemente la sensibilidad de nuestra dentadura, y los odontólogos desaconsejan los tratamientos blanqueadores, ya que pueden provocar quemaduras en el tejido gingival o matar el diente interior. Por ese motivo, están contraindicados para las personas con hipersensibilidad dentinaria con trastornos bucales o estomatitis.