Motivos por los que no debes arrancar los padrastros y cómo tratarlos debidamente

Los incomodos padrastros que salen en los dedos empiezan como una pielecilla molesta que cuelga, pero pueden terminar con una infección si tiramos de ellos. Estos son los motivos por los que no debes arrancarlos nunca y cómo tratarlos debidamente.

Los padrastros que aparecen junto a las uñas son una afección de la piel que sufren puntualmente prácticamente todas las personas. Sin embargo pocas veces sabemos los peligros que puede acarrear el tirar de ellos para eliminarlos. En vez de desaparecer, esto hace que su aspecto empeore y nos duela el dedo.

¿Qué son los padrastros?

Los padrastros son trozos de piel irritantes que sobresalen de las uñas de las manos, siendo bastante raro que puedan aparecer en los pies. Son, como bien sabrás, pequeños pero matones, ya que pueden causar dolor o molestia agudos.

Los padrastros aparecen por muchos motivos porque tenemos la piel irritada o tirante, por lo que son más frecuentes en el invierno, cuando se nos seca más la piel.

Si te muerdes las uñas o te pasas cortando las cutículas, acercándote demasiado al lecho ungueal, serás más propenso a los padrastros. Otros motivos incluyen, por ejemplo, que nos cortemos con un papel o nos mordamos los pellejitos alrededor de las uñas. Si trabajas con las manos, como es el caso de los carpinteros, tus manos sufrirán más y se secarán con frecuencia, por lo que probablemente también te sean muy familiares estos incomodos padrastros.

El verdadero problema de arrancar los padrastros es que la herida queda abierta y puede producirse una infección con facilidad.

¿Cómo tratar un padrastro?

Lo último que debes hacer si tienes un padrastro es intentar arrancarlo o morderlo. Al hacerlo, podrías eliminar piel adicional y dejar al descubierto capas internas, lo cual puede hacer que bacterias u hongos se adentren en la piel y causen una infección, llamada paroniquia. Esto hará que se enrojezca o se inflame y duela más.

Antes de tocarlo, lávate bien las manos y corta con extremo cuidado únicamente el trocito de piel que sobresale, sin pasarte. Hazlo con unas tijeras de uñas limpias. Un apunte importante: no apliques esmalte de uñas ni quitaesmaltes sobre un padrastro porque generalmente llevan químicos y pueden agravar el problema. Si después de tratarlo cubres la uña facilitarás que se mantenga limpia de polvo o arena que puedan infectarla.

Si te pasas cortando sin querer y sangras, lava bien con agua y cubre la zona con una crema antibacteriana de la farmacia, y después pon una tirita para esté totalmente cubierta y no se infecte.

Es aconsejable pedir una crema o un ungüento en la farmacia para proteger el dedo de las bacterias. Si ves que el padrastro no desaparece o parece infectado después de una semana, lo cual notarás porque se formarán ampollas o saldrá pus, ve al médico. La infección podría extenderse y la uña cambiar de color o debilitarse.

Si tienes diabetes o eres propenso a sufrir complicaciones en las uñas, pide consejo a un especialista según aparezca el padrastro.

Cuando la infección dura más de 6 semanas, podrían deberse a una afección crónica, más probable en personas con trastornos circulatorios.