Las molestias de vivir con nicturia: levantarse muchas veces en la noche para orinar

  • Puede deberse a diversos motivos

  • El sueño se interrumpe y aumenta el cansancio durante el día

  • Algunas recomendaciones podrán ayudar a disminuir o eliminar este problema

Se dice que alguien padece nicturia cuando ir al baño por la noche pasa de ser una acción ocasional a convertirse en una necesidad. En consecuencia, el sueño se ve interrumpido una o más veces y es menos profundo. Por ello, se pueden presentar síntomas de cansancio durante el día.

Según la Asociación Española de Urología (AEU), no se consideraría nicturia el hecho de levantarse en mitad de la noche por cualquier otro motivo y aprovechar para orinar, ni tampoco el de orinar nada más despertar por la mañana. Eso sí, asegura que despertarse una vez para hacer pis es algo bastante normal.

Por qué ocurre

En algunas ocasiones, el motivo de su aparición se debe a acciones propias de la rutina diaria. Hablamos del consumo de líquidos. Un consumo excesivo de los mismos puede provocar nicturia. Más incluso si lo hacemos antes de ir a dormir.

La nicturia también puede venir por la toma de ciertos medicamentos. Hablamos de los diuréticos o aquellos que tratan enfermedades cardiacas o trastornos bipolares.

En otros peores casos, su aparición puede deberse a la existencia de una enfermedad aún no diagnosticada, relacionadas, principalmente, con el riñón y la vejiga. O bien por enfermedades que sabemos que padecemos, como la diabetes o los problemas de próstata o renales. Si padeces amneas del sueño, también tienes posibilidades de sufrir nicturia.

Afecta tanto al sexo masculino como al femenino y aumenta considerablemente con la edad. No obstante, podemos tener en cuenta ciertos consejos que nos ayudarán a reducir las visitas al baño durante la noche e incluso a alcanzar la ausencia de las mismas.

Recomendaciones

En primer lugar, cuidar el sueño será fundamental. Acostumbrar al organismo a unas horas de sueño será un buen punto de partida. De esta manera, no habrán irregularidades que puedan provocar trastornos.

Disminuir el consumo de líquidos. Al menos en las horas previas a la noche y durante la tarde. Eso sí, sin pasarse, asegurándonos que ingerimos la cantidad mínima que nuestro cuerpo necesita. La mejor opción es evitar las bebidas alcohólicas y la cafeína.

Tratar de orinar antes de meterse en la cama. Intentemos irnos a dormir habiendo ido al baño una última vez, siendo ésta la última acción que realicemos antes de dormir.

En caso de que se deba a la toma de algún medicamento, cambia la hora de consumo. Evita tomarlo por la noche. Puede que la mejor opción para tomarlo sea nada más despertar, pero consulta a tu especialista antes de tomar decisiones.

Evitar que se hinchen los pies. El consumo de líquidos a lo largo del día puede provocar que se acumulen en los pies y las piernas, formándose edemas. Al pasar a posición horizontal en la cama, el líquido vuelve a los riñones y la forma de eliminarlo es la orina.