Perfumes y sol son mala combinación: las reacciones que pueden producir en tu piel

  • El alcohol, algunos aceites esenciales y fijadores de perfumes son fotoreactivos y al contacto con el sol pueden provocar en la piel desde manchas hasta quemaduras

Aunque tengas la costumbre de maquillarte y perfumarte a diario y no te veas sin tus pinturas de guerra ni siquiera en la playa, el único cosmético que debes usar para tomar el sol es la crema de protección. En verano hay que tener especial cuidado con los perfumes porque contienen sustancias que pueden provocar desde manchas hasta quemaduras.

Generalmente un perfume se compone de tres ingredientes: las sustancias aromáticas, que pueden ser aceites esenciales naturales o sintéticos, un disolvente, que suele ser alcohol y un fijador para estabilizar el aroma y que dure más tiempo en la piel.

Tanto el alcohol como ciertos aceites esenciales y fijadores son ingredientes que reaccionan al contacto con el sol, es decir, son fotosensibles y pueden provocar desde manchas en la piel a quemaduras.

En verano intenta evitar las colonias y perfumes que contengan cualquier tipo de cítricos (limón, naranja, mandarina, bergamota, pomelo…), los ricos en cumarinas (canela china, lavanda vera, artemisa, apio, verbena…) y aquellos en los que el fijador utilizado sea el almizcle. Todos reaccionan al contacto con el sol.

La primera reacción que puedes notar en la piel perfumada al contacto con el sol es una ligera picazón que posteriormente se puede transformar en descamación y urticaria. El problema es que, si no actúas a tiempo, aplicando algún antiinflamatorio, en esa zona aparecerá una mancha. Si además abusas del sol, las consecuencias pueden ser más graves llegando incluso a producir una quemadura en la zona.

Estas reacciones varían de una persona a otra y dependen de muchos factores: la genética, el grado de pigmentación de la piel o su grosor.

No basta con evitar perfumarte antes de exponerte al sol, es necesario que no queden restos en tu piel del perfume que hayas usado el día anterior, así que el mejor consejo es que te pegues una ducha antes de ir a la playa. Es importante, porque lo habitual es aplicar el perfume en el cuello y el escote, dos zonas especialmente sensibles a los rayos ultravioleta.

Si no puedes prescindir de tu perfume favorito en la playa tienes dos opciones: bien aplicarlo en zonas del cuerpo que no van a estar expuestas al sol directamente, bien aplicar el perfume en el bikini, en la toalla o en el sombrero que lleves puesto.

Usar una protección solar con un aroma que te guste y aprender a apreciar los olores naturales del mar, la sal y la arena son las mejores opciones aromáticas para el verano.