Alarma por la llegada de personas a su segunda residencia por Semana Santa

  • Las poblaciones costeras aumentan los controles ante la llegada de turistas

  • Estos desplazamientos no están permitidos dentro del estado de alarma

Han pasado más de 20 días desdela declaración del estado de alarma y el confinamiento de todo el país por el coronavirus, pero algunos irresponsables parece que todavía no se han enterado. O no quieren enterarse. Las autoridades prevén muchos desplazamientos a zonas vacacionales. Con los hoteles cerrados, son las segundas residencias los destinos preferidos por estos "despistados".

Por ello las localidades costeras incrementan la vigilancia a la entrada y algunas como Peñíscola, bloquean los accesos secundarios con muros de hormigón para evitar la evasión de estos controles. Localidades vecinas como El Campello ya han notado un aumento de la población en las calles y en los supermercados.

Y es que estas personas recién llegadas tienen que hacer la compra. Por ello, en Cangas, Asturias, la Policía Municipal ha decidido controlar los domicilios de los que se acercaban a llenar el carro para comprobar que su domicilio se encuentra en la localidad. Pero a pesar de ello, los lugareños de este pueblo asturiano, o de otros como Chiclana, Cádiz, admiten ver más movimiento por las calles.

Algunas localidades lanzan un mensaje de aviso a todos aquellos que todavía estén planeando desplazarse por Semana Santa. Es el caso de Blanes, su alcalde cree que "es lamentable que piensen que Blanes sigue siendo un sitio para venir a pasárselo bien". La policía del municipio avisa en un control a la entrada que es mejor que "no vengan, porque no van a poder disfrutar de la playa ni nada y las sanciones van de 600 a 30.000 euros".

Porque esa es otra de las claves, no se va a dudar en sancionar a los que lleguen a estos pueblos, que además tendrán que regresar a sus domicilios de origen. A pesar de los avisos, los municipios están notando un aumento de consumo de agua y de recogida de basuras que indica que muchos irresponsables no se han quedado en su domicilio habitual. Y es que esta Semana Santa está suspendida para todos y, aunque duela, hay que realizar el sacrificio de quedarse en casa.