Primavera de fresas: cómo hacer que sea doblemente beneficiosa la tentación roja

Ton Vilanova 19/03/2017 19:06

Los fresales florecen desde finales del invierno hasta principios del verano, por lo que los frutos maduran durante toda la primavera y hasta bien entrado el verano. En España, es la provincia de Huelva la más especializada en el cultivo de fresas y fresones, por lo que si tu pasión es la fruta, dirige tus pasos al sur.

La fresa que conocemos actualmente procede de América y fue introducida en Europa por los primeros colonos de Virginia en el siglo XIX. Poco a poco se obtuvieron nuevas variedades y se realizaron distintos cruces para conseguir fresas más grandes y sabrosas.

¿Cuántos tipos de fresa hay?

- La Reina de los valles o la típica fresa que encontramos en el mercado

- La Camarosa que es grande y de buen sabor, de origen californiano

- La Tudla cuyos fresones son grandes, aromáticos, alargados y de color rojo intenso

- El Oso grande otro fresón de origen californiano

- El Cartuno que es el fresón de forma cónica y sabor azucarado

- La Carisma es un fresón capaz de adaptarse a todo tipo de suelos y climas

- El pájaro es una variedad de fresón de gran sabor

- La Selva que es un fresón de verano y suele aparecer en el mercado a mediados de julio y dura hasta finales de septiembre.

Para qué es bueno el consumo de las fresas

María Elvira Sánchez, dietista-nutricionista y experta de Doctoralia, nos responde:

- Para la gota ya que "la fresa es un alimento que tiende a alcalinizar por ser un alimento con elevado contenido de calcio y potasio ayudando a excreción por vía renal del ácido úrico. Se ha calculado que un kilo de fresas tiene el mismo poder alcalinizante que nueve gramos de carbonato de sosa".

- Para las enfermedades del estómago "se utilizan tratamientos basados en hojas de fresas y sus raíces".

- "Para recuperar la flora intestinal".

- La fresa se considera diurética así que "se recomiendan también en aquellos pacientes que tienen la tensión arterial alta y para ayudar a eliminar las piedras de riñón".

- El zumo de esta fruta aplicado sobre la piel en forma de friegas "puede ayudar a tratar algunas manchas cutáneas y también las quemaduras provocadas por una excesiva exposición a los rayos del sol. Frotar los dientes con zumo de fresas puede, en algunos casos, ayuda a blanquearlos".

- También es utilizado "para los enfermos de vías respiratorias, sobre todo para los bronquios, para los nefríticos, artritis, reumatismo".

- Es un alimento que actúa "como antipirético, disolvente y refrescante, fortificador de las células cerebrales y de los nervios”.

Beneficios y Propiedades

Los componentes más abundantes de la fresa son la fructosa, la glucosa y el xilitol, es decir endulzantes naturales que además aportan pocas calorías. Las fresas poseen un alto contenido en fibra, vitamina E, vitamina C y ácido cítrico, un elemento con acción desinfectante que potencia la asimilación de la vitamina C en nuestro cuerpo.

Otros elementos beneficiosos de la fresa son el ácido salicílico, de acción antiinflamatoria y anticoagulante, y el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, y para la actividad muscular.

Las fresas contienen antioxidantes y son la clave para protegernos contra las enfermedades crónicas. Nos cuenta María Elvira Sánchez que “los antioxidantes son los que nos protegen contra los procesos oxidativos, como pueden ser las enfermedades caridovasculares, arterioesclerosis, cáncer o enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o la degeneración macular”. Aunque no se pueden parar estos procesos sí pueden ser disminuidos.

Buenas para perder peso

La fibra también está presente en esta fruta y ayuda a regular el tránsito intestinal. Y las hojas y raíces de las fresas son beneficiosas por tener componentes diuréticos que eliminan líquidos sobrantes del organismo. Para tratamientos de la artritis o la obesidad, las infusiones de hojas y raíces de fresa ayudan a prevenir y eliminar el exceso de ácido úrico.

Además son de fácil digestión, sumamente nutritivas y aumentan las defensas orgánicas.

La dietista-nutricionista, María Elvira Sánchez, nos explica que “tanto la fresa silvestre como la variedad cultivada son frutas muy apreciadas y empleadas tradicionalmente tanto como alimento como por sus diversas aplicaciones terapéuticas. De ellas se usa tanto el fruto, como las raíces y las hojas. El fruto de la planta de la fresa es casi redondo, apuntado, es de un color rojo y con mucha fragancia. El fresón o fresa gruesa tienen mayor contenido de azúcares. Sin embargo en la fresa pequeña el aroma es mucho más intenso y agradable.”

¿De postre? ¡Fresas!

A partir de ahora tenlo claro, el mejor postre que puedes tomar son fresas ya que es una de las frutas más ricas que “contiene fitonutrientes y antioxidantes que ayudan a combatir los tan temidos radicales libres y actúan salvaguardando al corazón de posibles riesgos”, nos confirma la nutricionista. Eso sí, mejor que no añadas azúcar ya que sólo conseguirás “incrementar el aporte calórico que van a ser reflejadas en nuestro organismo como calorías vacías y disminuir la “acidez” que nos indica el alto aporte de vitamina C de esta fruta”. Al igual que será mejor consumirla entera con la mínima manipulación posible para poder beneficiarnos de todos su nutrientes.

El otro lado de la fresa

Para terminar, María Elvira Sánchez nos recuerda que “las fresas pueden provocar en algunas personas urticarias y otras reacciones alérgicas. Los síntomas asociados a la alergia a las fresas incluyen trastornos gástricos, hinchazón del rostro, los ojos y los labios y erupciones cutáneas.”

Y tras este artículo, nos vamos a por un buen plato de fresas y a disfrutarlo.