Tengo tortícolis (por un aire): investigamos qué hay de verdad en los mitos de las corrientes

eltiempohoy.es 05/05/2018 08:26

Confirmado (aunque ya lo sospecháramos) que el frío no es nuestro mejor amigo. Nos provoca cosas. A nivel muscular, según explica Andrés Sánchez, director del centro Fisioterapia Goya, "el frío va a provocar una vasoconstricción (cierre de los vasos sanguíneos)". Un aplicación que generalmente se da "para prevenir el dolor agudo tras un golpe -por ejemplo en el deporte-, ya que la información del frío va a llegar antes al cerebro que la del dolor". Pero cuando este frío nos pilla desprevenidos o no nos damos cuenta de que nos está dando, como pueda ser en mitad de la noche con una corriente de aire, acarrea consecuencias.

Corrientes nocturnas y tortícolis

"Es totalmente cierto que pueden provocar tortícolis", dice Andrés Sánchez. De hecho, el fisioterpeuta apunta que "las corrientes de aire mientras dormimos son una de las principales causas que las provocan". El músculo que causa la lesión es "el esternocleidomastoideo (ECOM), su inserción en la apófisis mastoides del hueso temporal al recibir la corriente de aire continua acaba creando la sensación de dolor y bloqueo con la que se despierta por la mañana la persona que sufre tortícolis", explica. Ojo con dormir con las ventanas abiertas.

Corrientes y resfriados

El "ponte la rebequita", "cúbrete la cara" o "cierra la boca que mira qué corriente y te resfrías" que te han repetido tus padres hasta la saciedad también tiene su razón de ser. "Las corrientes de aire producen enfriamiento de nuestras mucosas (nasal y de la boca) y precisamente eso hace que disminuyan las defensas a nivel local", explica el Dr. José Antonio López. Por eso es habitual que, tras darte una de esas corrientes, moquees aunque el malestar muchas veces no vaya más allá.

¿Parálisis también?

Otro fenómeno que puede darse por culpa de las corrientes de aire es la parálisis facial. Es más complejo que ocurra con una corriente de la calle y es más fácilmente provocada por aparatos de aire acondicionado que localizan mucho el frío y con potencia. Lo que ocurre, según explica el Dr. López, es lo siguiente:"El frío, pueden provocar que se alteren algunas proteínas que hay en nuestro interior y esa alteración es la que provoca que que aparezcan las parálisis faciales".