¿Qué es el virus de Epstein-Barr, también llamado enfermedad del beso?

  • La llamada 'enfermedad del beso' es un virus de la familia de los herpes, muy común y extendido en el mundo

  • El virus de Epstein-Barr se trasmite por la saliva y puede causar mononucleosis infecciosa

  • Aunque no es común, el virus de Epstein-Barr puede producir complicaciones, como la inflamación del bazo o meningitis

El virus de Epstein-Barr, también conocido como el 'virus del herpes humano 4' (o más popularmente como 'la enfermedad del beso'), es un miembro de la familia de los virus del herpes. Es uno de los virus más comunes en los seres humanos. y se encuentra en todo el mundo. Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard apunta a que el virus de Epstein-Barr podría ser causa principal de la esclerosis múltiple.

La mayoría de las personas se ha infectado con el VEB en algún momento de su vida. Se propaga más comúnmente por medio de los líquidos corporales, en particular, la saliva, y puede causar mononucleosis infecciosa y otras enfermedades.

El virus de Epstein-Barr fue descrito por primera vez en 1964 por los científicos británicos M.A. Epstein, Y.M. Barr y B.G. Achong, quienes encontraron partículas virulentas en células de tejidos con un cáncer linfático recientemente descubierto.

Recientemente se ha encontrado este virus en un tipo de goma de mascar en la zona pantanosa del sur de Dinamarca, hecha de resina de abedul cocinada y cuya datación lo sitúa hace 5.700 años, lo que nos indica que el virus lleva infectando saliva humana desde hace varios miles de años.

Síntomas del virus de Epstein-Barr

Los síntomas más comunes del virus de Epstein-Barr son lo siguientes:

  • Fatiga
  • Fiebre
  • Inflamación de la garganta
  • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello
  • Bazo agrandado
  • Inflamación del hígado
  • Sarpullido

La gran mayoría de las personas se infectan con el VEB en la niñez. Las infecciones por el VEB en los niños generalmente no causan síntomas, o los síntomas no se distinguen de los de otras enfermedades leves y breves de esta etapa. En adolescentes o adultos, los síntomas suelen desaparecer en dos o cuatro semanas. Algunas personas pueden presentar fatiga durante meses.

Tras la infección y pasar los primeros síntomas, por lo general el virus se vuelve latente y queda inactivo en el cuerpo. En algunos casos, puede reactivarse y volver a provocar síntomas, sobre todo en personas con el sistema inmunitario debilitado.

Aunque no es lo habitual, el virus puede presentar complicaciones, entre las que se incluyen meningitis, encefalitis, esclerosis múltiple y síndrome de Guillain-Barré. Excepcionalmente puede producirse la rotura del bazo, debido a su inflamación durante el curso de la infección.

Transmisión y tratamiento

La forma más común de propagación del virus de Epstein-Varr es la saliva, por eso se conoce como la 'enfermedad del beso'. Además, puede propagarse mediante la sangre y el semen, durante el contacto sexual, las transfusiones de sangre o los trasplantes de órganos.

La primera vez que una persona se infecta con el virus, puede propagarlo durante semanas y hacerlo incluso antes de presentar síntomas. Cuando el virus queda inactivo y latente en el cuerpo ya no se produce la transmisión, aunque en las personas que se reactiva puede volver a ser infeccioso.

No hay ningún tipo de vacuna o tratamiento para no contraer el virus y las recomendaciones para no contagiarse suelen apuntar a no compartir objetos como cepillos de dientes, no beber del mismo vaso que otras persona, etc.

El tratamiento para la mononucleosis infecciosa consiste en reposo y alivio del malestar. Debido a una posible inflamación del bazo, debe evitarse un exceso de actividad física durante el primer mes para prevenir la posibilidad de una rotura esplénica.

Relación entre el virus de Epstein-Barr y el covid persistente

Un estudio publicado en la revista 'Pathogens' sugiere que la reactivación del virus de Epstein-Barr (VEB) resultante de la respuesta inflamatoria a la infección por coronavirus puede ser la causa de los síntomas de covid19 persistente, hasta ahora inexplicables, como la fatiga, la niebla cerebral y las erupciones cutáneas, que se producen en aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes tras la recuperación de la infección inicial.

"Realizamos pruebas de anticuerpos contra el VEB en pacientes con covid19 recuperados, comparando las tasas de reactivación del VEB de los que tenían síntomas de covid19 persistente con los que no tenían. La mayoría de los que tenían síntomas prolongados de covid dieron positivo en la reactivación del VEB, pero sólo el 10% de los controles indicaron reactivación", explica el autor principal del estudio, Jeffrey E. Gold, de la World Organization.

Los investigadores empezaron por encuestar a 185 pacientes seleccionados al azar que se habían recuperado de la covid19 y descubrieron que el 30,3 por ciento presentaba síntomas a largo plazo compatibles con la covid19 persistente tras la recuperación inicial de la infección por el SARS-CoV-2. Esto incluía a varios pacientes con casos de covid19 inicialmente asintomáticos que posteriormente desarrollaron síntomas de covid19 persistente.

Los investigadores descubrieron entonces, en un subconjunto de 68 pacientes con covid19 seleccionados aleatoriamente de entre los encuestados, que el 66,7 por ciento de los sujetos con covid19 persistente eran positivos a la reactivación del VEB.