De la miel al aceite de oliva: ¿qué alimentos no caducan nunca?

  • Existen alimentos y productos que no caducan nunca, aunque es frecuente que su etiquetado incluya una fecha de consumo preferente

  • La fecha de caducidad nos ayuda a evitar un consumo peligroso para nuestra salud

  • Existen productos que podrían sobrevivirte y que podrían alimentarte indefinidamente en caso de crisis

Un truco básico para ahorrar en la cesta de la compra consiste en encontrar el equilibrio perfecto entre alimentos perecederos y alimentos que no caducan nunca: es demasiado frecuente que compremos frutas, verduras, carne, pescado... de golpe y sin tener en cuenta que es probable que no nos de tiempo de consumirlos en fecha. Las prisas y responsabilidades se encargan del resto: si nos vemos obligados a comer fuera y romper con nuestra planificación, o si no encontramos el tiempo necesario para cocinar y poner orden en nuestra alimentación, es más que probable que más de un producto se ponga malo antes de que lo podamos consumir. Por eso no está de más tener claro cuáles son los alimentos no perecederos que puedes incluir en tu lista de la compra. ¿Qué alimentos no caducan nunca?

¿Qué alimentos no caducan nunca?

La mayoría de productos que podemos encontrar en mercados y supermercados tienen fecha de caducidad o de consumo preferente, pero algunos de ellos pueden consumirse mucho más allá del día señalado en el etiquetado. De hecho, algunos de ellos no caducan nunca. Eso sí, esto no quiere decir que se trate de alimentos a prueba de bomba: es necesario conservarlos en un lugar limpio, seco y a salvo del sol directo para que mantengan sus propiedades y no se echen a perder.

Tal y como explica la web de Comunidad de Madrid, en el etiquetado de los alimentos podemos encontrar dos tipos de fechas que nos hablan de hasta cuándo podemos consumir un alimento determinado de forma segura:

  • La fecha de consumo preferente nos indica el momento hasta la que el alimento conserva la calidad prevista, es decir, se trata de la fecha que marca el momento hasta el que el alimento conserva sus propiedades. Se indica mediante la mención "consumir preferentemente antes del..." seguido del día/mes/año.
  • La fecha de caducidad, por su parte, nos indica el momento hasta el que el alimento puede consumirse de forma segura. La fecha de caducidad aparece en productos muy perecederos, como el pescado fresco o la carne picada, y se indica mediante la mención "fecha de caducidad...", seguido del día/mes y, eventualmente, el año.

Además, en el caso de carnes y productos de la pesca congelados se tiene que incluir la fecha de congelación.

Así, la fecha de caducidad nos ayuda a evitar un consumo peligroso para nuestra salud, ya que, a partir de ella, el producto podría encontrarse en mal estado y provocar intoxicaciones o enfermedades. Sin embargo, lo productos con fecha de consumo preferente pueden consumirse con plena seguridad aunque se traspase esa barrera temporal, aunque no conservarán todas sus propiedades.

Una vez tengamos claras estas diferencias, podremos organizar nuestra cesta de la compra 'jugando' con las distintas fechas de caducidad o de consumo preferente, así como con la compra de alimentos que no caducan nunca. Estos son algunos de los productos que podrían sobrevivirte y que podrían alimentarte indefinidamente en caso de crisis:

  • Sal. Si tenemos en cuenta que la sal es un conservante, es lógico pensar que se trata de un reducto no perecedero. Se utiliza en salmueras o salazones y, de hecho, su utilización viene de muy atrás, marcando en su día todo un hito en nuestra alimentación.
  • Arroz. El arroz blanco mantiene sus nutrientes y su sabor durante muchísimo tiempo (alrededor de 30 años). Para alargar su ida útil, almacénalo al vacío y a una temperatura media. Ten en cuenta que el arroz integral caduca mucho antes: unos 6 meses, debido a que la capa de salvado contiene aceites naturales.
  • Chocolate negro. Si lo mantienes en un lugar fresco y seco, a temperatura ambiente y sin cambios térmico bruscos, el chocolate (negro) durará casi eternamente. Además, es la mejor forma de consumirlo. Como mínimo, su pureza debe ser del 80 por ciento para que se cumpla la regla de no caducidad.
  • Legumbres. Las legumbres secas son eternas gracias precisamente al proceso de secado al que son sometidas, si bien con el tiempo se endurecerán, por lo que tardarás un poco más en cocinarlas.
  • Azúcar. Aunque su consumo debe ser muy moderado, el azúcar puede durar muchísimo tiempo si se mantiene en un lugar seco y fresco. Es importante que la humedad no le afecte, ya que de lo contrario las bacterias podrían hacer de las suyas y echar a perder el producto. 
  • Café. Si compra café molido conservado en bolsas al vacío, podrás consumirlo aunque pasen años tras su fecha de caducidad. Nuevamente, las condiciones de ausencia e humedad y temperatura fresca son importantes. b
  • Miel. En realidad, la miel es el único alimento que dura para siempre. Absolutamente para siempre. Además, sus propiedades son espectaculares, por lo que se trata de un alimento que nunca debe faltar en tu despensa.
  • Vinagre. El vinagre sirve para casi todo: incluso para limpiar. Y, además, puedes almacenarlo durante muchísimo tiempo precisamente porque se trata de un alimento ácido. De hecho, muchas conservas se mantienen intactas durante mucho tiempo gracias al uso de este producto.
  • Aceite de oliva. Que nunca falte el aceite de oliva en tu despensa: además de todas sus propiedades y de su versatilidad (podemos usarlo para casi todo en nuestra dieta), podrás conservarlo durante años si lo almacenas correctamente. Eso sí, sus propiedades no durarán eternamente, pero sí el tiempo suficiente como para que no se eche a perder.