La mulitudinaria rave de Salce, en Zamora, sigue su fiesta con más de 2.000 asistentes llegados de toda Europa

  • Los asistentes a la rave comenzaron a llegar el pasado jueves y llevan varios días de concierto en Salce, en Zamora, un pueblo no habituado a estas multitudes

  • Los vecinos de Salce, en Zamora, hablan de unas 2.000 personas participantes de esta rave con gente venida de toda Europa

  • La Guardia Civil permanece alerta ante la presencia de los participantes en la rave que han aparcado unos 750 vehículos en Salce

Fiesta mulitudinaria en Salce, en Zamora. Los vecinos han visto como se llenado el pueblo de jóvenes llegados en caravanas y coches que venían a la rave con asistentes de toda Europa.

Algunos hablan de más de 2.000 jóvenes procedentes de diferentes países de toda Europa que empezaron a llegar el pasado jueves y han seguido este fin de semana. Gentes en vehículos, furgonetas, caravanas que comenzaron a llegar sin que los vecinos que viven a pocos kilómetros tuvieran idea del evento.

"Es la primera vez que pasa esto aquí", dice uno. Aquí han instalado cinco escenarios, puestos de comida y bebida con unos 750 vehículos aparcados. Otros se quejan del desorden y el caos, porque " han entrado en las fincas privadas, dónde y cómo les ha dado la gana", dicen. "Todo absolutamente ilegal", aseguran.

El Festival ha sido organizado junto al embalse de Almendra en una convocatoria que ha circulado a través de las redes sociales sin ninguna autorización. La música retumba a todas horas desde por la mañana y por la noche que se oye en el pueblo.

En los pueblos de alrededor andan preocupados por la ocupación de los intrusos y temen que provoquen destrozos en una zona tranquila, donde no son habituales estos jaleos, ni estas multitudes.

La Guardia Civil está pendiente del comportamiento de los participantes en esta rave y controlan el lugar para evitar incidentes. Sin embargo, no intervienen y los vecinos reclaman que tomen cartas en el asunto. Por el momento solo queda esperar a que los asistentes den por silenciada la celebración y se vayan con su música a otra parte.