Cómo lavar la ropa blanca: trucos sencillos para que quede impecable

Con el tiempo, es frecuente que la ropa blanca pierda ese tono luminoso que tanto nos gusta y que termine por amarillear o bien por adquirir una tonalidad grisácea y apagada. Muchas veces el motivo se encuentra en que mezclamos estas prendas con otras a color. Incluso aunque hagamos todo a la perfección y cumplamos todos los pasos para lavar ropa blanca de forma correcta, es probable que con el tiempo ocurra lo mismo, aunque siguiendo ciertos trucos puedes retrasar el envejecimiento de estas prendas y lograr que tu ropa blanca dure mucho más tiempo como nueva.

Cómo lavar la ropa blanca: trucos sencillos para que quede impecable

La ropa blanca tiende a perder su tonalidad inicial con el tiempo por muchos motivos distintos. Por eso es necesario seguir ciertos pasos que te ayudarán a mantenerla perfecta durante más tiempo. El primer paso imprescindible es lavar tu ropa blanca por separado para que no pueda tomar color de ninguna otra prenda, por clara que sea. Cuanto más nueva sea la prenda a color que mezcles con tu ropa blanca, mayor será la probabilidad de que destiña, así que, ante la duda, evítalo. Además, y para mayor seguridad, existen toallitas captura-colores que puedes añadir a cada lavado para que cualquier tinte quede recogido en ellas y no pase a tu ropa clara.

Por otro lado, un buen truco para mantener tu ropa blanca perfecta es añadir producto quitamanchas en zonas como cuellos, axilas, puños... de forma que puedas tratar las áreas difíciles antes de introducir la prenda en la lavadora. Además, hay quienes prefieren dejar la ropa blanca a remojo en agua caliente con detergente durante una hora antes del proceso de lavadora: es una forma de que parte de la suciedad quede eliminada previamente.

Ten en cuenta que determinados productos tienen un efecto blanqueador en tu ropa. Es el caso del bicarbonato de sodio, que elimina malos olores y también manchas de toda clase. Puedes añadir media taza a un barreño con agua caliente, o bien a la propia lavadora. Algo similar ocurre con el vinagre blanco, que puedes mezclar con bicarbonato para una mayor eficacia. El vinagre también actúa como desinfectante y es muy eficaz frente a virus y bacterias, sin ser agresivo con la tela. Además, suaviza y limpia de forma ecológica y sin químicos. Basta con media o una taza de vinagre blanco destilado en tu lavado.

Por su parte, el agua oxigenada también es un potente blanqueador: puedes aplicarlo directamente sobre las manchas o bien añadir media taza a tu lavado. El jugo de limón completa la lista de elementos naturales que puedes utilizar para blanquear tu ropa. Además, limpiará en profundidad y aportará buen olor, desinfectando y blanqueando en un solo gesto. Puedes hervir limón en agua y usar el líquido resultante para remojar las prendas que quieras blanquear. Déjalas reposar durante una hora antes de introducirlas en la lavadora para su limpieza habitual.

Al lavar la ropa en tu lavadora, utilizar la temperatura más alta dentro de la recomendada te ayudará a mantener la ropa más blanca durante más tiempo, y puedes hacer uso de vez en cuando de productos blanqueadores específicos que se pueden añadir a tu detergente habitual. Los hay más o menos agresivos y conviene no abusar de ellos, pero su uso puntual puede dar nueva vida a tu ropa.

En cuanto al momento de tender, no olvides las propiedades del sol: tender tu ropa blanca al aire libre tendrá un efecto desinfectante extra y ayudará a eliminar manchas de todo tipo, así como a blanquear las prendas. Eso sí, no abuses y recoge la ropa cuando esté seca, ya que el sol directo también puede dañar los tejidos con el tiempo.