Un médico y un enfermero: ¿Quiénes eran los barranquistas que murieron ahogados en Mallorca?

  • Conmoción en Mallorca por la muerte de dos barranquistas en un accidente de montaña en el Torrent de l'Assarell, en Pollença

  • Se trata de Luis París, de 37 años, y Martín Prado, de 27, ambos profesionales sanitarios del Hospital Son Llátzer de Palma

  • Les acompañaba Marina Cuevas, doctora del mismo centro médico, que pudo salvar su vida y que asegura estar viviendo una "pesadilla"

Conmoción en Mallorca por la muerte de dos barranquistas en un accidente de montaña en el Torrent de l'Assarell, en Pollença. Se trata de Luis París, de 37 años, y Martín Prado, de 27, ambos profesionales sanitarios del Hospital Son Llátzer de Palma. Les acompañaba Marina Cuevas, doctora del mismo centro médico, que pudo salvar su vida y que ha asegurado en una carta estar viviendo una "pesadilla".

Los tres barranquistas se vieron sorprendidos por una tromba de agua provocada por las fuertes lluvias que se registraron en Baleares. Los dos chicos ayudaron a la joven a ponerse a salvo antes del fatal desenlace. Marina era la pareja de Luis y habían salido a pasar el día con Martín, un amigo. Su plan se torció con el final más trágico.

Los tres barranquistas eran sanitarios: Luis era enfermero y Martín médico de Anestesiología

El Colegio Oficial de Médicos de Balears (COMIB) ha publicado un comunicado en el que lamenta la muerte de los dos sanitarios. Según ha explicado, Martín Prado, de 27 años, realizaba su segundo año de residencia en la especialidad de Anestesiología en el Hospital Son Llátzer. Nacido en Palma, había estudiado Medicina en la Universidad de Lleida.

El otro fallecido, Luis París, de 37 años, era enfermero y trabajaba también en el Hospital Son Llátzer. Tenía dos hijos de corta edad. Marina Cuevas, la mujer superviviente, es también médico anestesista en el mismo centro sanitario. El COMIB manifiesta su "tristeza y pesar" por el accidente en el que murieron los dos sanitarios y expresa sus condolencias a los familiares. Numerosos compañeros han guardado un minuto de silencio en su memoria.